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Este blog intenta recopilar ideas, textos, informaciones concernientes al mundo de la comunicación, la política y demás intereses, que me pertenecen y también a quienes colaboran y leen a diario este ensayo de blog! Pasen y vean!!!

viernes, 31 de julio de 2009

NADA PERSONAL.

Nota realizada por un compañero de cursada: Ezequiel Yebara.

Años atrás, mas bien décadas, se votaba pensando en una doctrina, un partido, una idea, lamentablemente hoy no pasa eso. Hoy parecería ser más importante el carisma, la vida personal, los defectos o virtudes con respecto a temas ajenos a la política, es decir, prejuicios que no hacen más que confundir a las masas. ¿Por qué decimos esto? Simplemente por el hecho de que al ciudadano que realmente vota por convicciones le parece absurdo que hoy en día haya gente, que por estar cegada mediáticamente, proteste en contra de su real voluntad. Un ejemplo claro vivido fue aquel día de retenciones en donde se hacían oír las cacerolas solo por repudio al gobierno. Pero con ese repudio esa misma clase media estaba apoyando al campo.

Tampoco queremos dejar de lado la ceguera que poseen desde el punto de vista oficialista ya que la idea de la polarización también fue provocada en parte por ellos, idea que hoy critícan.

A partir de este tema surgen preguntas como, ¿ Por qué la sociedad se vuelve personalista en ciertas ocasiones?, ¿ Que vínculo existe entre el personalismo y las diferentes clases sociales?, ¿ Quién es el responsable de que esto suceda y por qué?, ¿ Esta política es saludable?

Al hablar de la actualidad se nos presentan diversas formas de analizar lo que está sucediendo. Si bien es evidente que los medios han hecho su campaña para polarizar las elecciones, también es cierto que cada vez son más los candidatos que se esmeran en hacer crecer su figura y no sus ideas. Tal como lo vemos por televisión en el programa de Marcelo Tinelli, esto parece ser un Reality Show en el cual gana el que más carisma posee y el que mejor sonrisa tiene. Indudablemente, el dinero influye de manera inexorable en esto ya que el personalismo exige realizar una campaña de dimensiones jamás vistas para mostrar a la persona y repetir frases que la gente desea escuchar. Por otro lado se ha generado una especie de guerra mediática en la cual el arma más efectiva es difamar al oponente, demostrar todo lo que este hizo o hace mal sin presentar ideas propias con fundamentos.

A continuación tomamos opiniones en el día del sufragio que pueden ilustrar esta cuestión:







lunes, 20 de julio de 2009

El triunfo de la virtualidad absoluta

A continuación una reflexión del sociólogo Juan Pablo Feinmann escrito en Página 12:
EL IMPERIO COMUNICACIONAL NACE CON SU HAZAñA MAS PERFECTA: ESTUVIMOS DONDE NO ESTUVIMOS Y USTEDES SE LO CREYERON, ESTUPIDOS

Por José Pablo Feinmann

Hacia mediados de los noventa llamé a mi buen amigo Jean Baudrillard. Sabía que no andaba bien, pero todavía le quedaba una gran misión. Le correspondía a él. Yo había desarrollado una tesis sobre el poder de los medios para sujetar a los sujetos, que era una fórmula de Foucault. Pero el gran Michel no pudo tratar a fondo la cuestión del poder de los medios. Murió un poco abruptamente. Mi trabajo residía en demostrar que lo comunicacional era la revolución de la derecha, que no existía revolución que se le igualara en mucho tiempo. Miren, señores, hemos desarrollado un dispositivo tan poderoso que atraparemos sus conciencias en todos los terrenos posibles. En especial, los del entretenimiento.

Pero, ¡esto ya había ocurrido! La Revolución Comunicacional (vale decir: el poder del Imperio para mentir tan poderosamente que esa mentira era la verdad y se introducía en las subjetividades de los pasivos receptores como tal) había tenido un despegue increíble. ¡Tan espectacular, tan deslumbrante como un viaje a la Luna! Y fue el viaje a la Luna. La más grande patraña de la Historia. El que siga sosteniendo que no fue así, que no fue fraguado, que no fue virtualidad pura, creación del poder virtual, del arte del simulacro, del arte de “crear” la realidad, una realidad que no es real porque no tiene espesor, no es ontológica, no entenderá nada. Lo virtual no es el Ser. Es lo virtual. ¿Cómo un alma creativa puede resistirse a esta tesis? Que llegaron a la Luna en otro acto prometeico de la bendita modernidad no es más que otro cuento en la línea de la revolución industrial del siglo XIX, la máquina de vapor, el tren, el remington. No, esto es algo distinto, revolucionario. Lo sorprendente, lo que revela la nueva y renovada fuerza del poder, incluso su imaginación inagotable es... ¡que no fueron a la Luna! Hicieron así: llamaron a Werner von Braun, el sabio nacional socialista que estuvo a punto de ganar la guerra para Hitler, que alcanzó a tirar unas cuantas V2 sobre Londres pero los yanquis se le adelantaron con la atómica en Hiroshima. Pero no por eso olvidaron a Wernher. Lo llamaron: “Vea, von Braun, usted es muy inteligente y ahora necesitamos unirnos todos contra el nuevo enemigo del Occidente cristiano y democrático: los sucios rojos”, le dijo Henry Kissinger, que estuvo en todos los lados donde hubo que estar. El Mal es omnipresente. Kissinger continuó: “Usted sabe que los rojos nos infligieron una dura derrota con ese Sputnik que arrojaron al espacio. Para colmo, la tripulante, esa puta perrita Laika, murió y todo el mundo derramó lágrimas comunistas por ella”. “¿Qué necesitan ahora?, preguntó Wernher. “Sencillo: mandar el hombre a la Luna”, dijo Kissinger. “No es posible”, negó el gran von Braun. “Estuve trabajando en eso y por ahora es imposible. Pero no se desanime, amigo Kissinger.” Y largó una carcajada. “¿De qué se ríe?”, preguntó Kissinger. “Oh, de las vueltas de la vida”, confesó von Braun. “Aquí estamos usted y yo trabajando para una potencia extranjera. Usted, un sucio judío. Yo, un ario puro. De haberlo pescado en Alemania le hacía conocer Auschwitz, amigo Kissinger.” “Pero eso no ocurrió. Y entienda: América, para mí, no es una potencia extranjera. Es un país poblado por muchos e inteligentes judíos en puestos de poder.” “Oh, mister Kissinger. ‘Judío inteligente’ es un pleonasmo. No hay uno que no lo sea. Por eso los exterminábamos en Alemania. Se devoraban el país y los arios puros son medio idiotas, usted sabe. Ha leído a Nietzsche, sin duda.” “Volvamos a lo nuestro, Wernher von. De modo que no puede mandarnos ni un maldito astronauta a la Luna.” “Imposible por ahora. ¿Pero no es éste el país del show, del espectáculo, de la creación mediática? ¡Consígame a Stanley Kubrick!” Al día siguiente, Kubrick se reunía con von Braun. “Oye, Stanley, yo no puedo mandar todavía un hombre a la Luna y los malditos soviéticos siguen al frente en la carrera espacial. ¿Qué sugieres?” Kubrick, un genio con una enorme confianza en su genio, un genio que sabía que lo era, dice: “La solución es sencilla: hagamos una remake de 2001. Hagamos otra ‘odisea del espacio’. Pero en algún lugar secreto de California”. Llaman a Nixon. Nixon entiende de inmediato. Hombre inteligente, sólo acaso con un ultrapatológico “complejo de Dios” que le permitía arrojar millares de bombas sobre cientos de miles de seres humanos en nombre de la causa del Occidente cristiano, bien acompañado, por cierto, por Robert McNamara (cuya muerte durante estos días el entero mundo llora menos los millones que están bajo tierra gracias a su eficacia demoledora llevada a cabo con el aporte inestimable del patriótico asesino de masas Curtis Le May), Nixon respalda en todo al genial Stanley Kubrick y al inestimable von Braun. Viajan a California y llaman a todo el equipo de producción de 2001. En poco tiempo el set está construido. Es una obra maestra. Lo demás es sencillo. Eso hicieron: un simulacro perfecto. La primera obra maestra de la construcción de la realidad a partir de los medios. Todos vieron por televisión a Armstrong y sus amigos alunizar en un set de California. Nixon hablaba con ellos. “¿Cómo va todo, muchachos?” “Bien, señor presidente. Es maravilloso haber llegado a la Luna.” Nixon, que estaba junto a von Braun, a Kubrick y a McNamara –que había dejado por un instante de arrojar bombas incendiarias sobre Vietnam, bombas que mataban cien mil civiles por noche, una minucia—, se despanzurraba de risa. “¡Somos unos hijos de perra!”, exclamaba. “¡Tenemos engañados a todos los idiotas de este mundo!” Kubrick, exaltado, vociferaba: “¡Es el triunfo del show sobre la realidad! La realidad ha sido abolida. Ha muerto. No hay realidad. Sólo construcción de la realidad. Sólo show. Simulacro. Mentira. ¡Ya no hay ser! Las cosas ya no son. Son virtuales. Se ven por televisión y el entero mundo las cree”. Era tan brillante ese ególatra neurótico que se expresaba con los conceptos de Baudrillard antes de éste siquiera los hubiera pensado.

Por eso a mediados de los noventa llamé a mi amigo francés. Era él quien tendría que haber fundamentado la importancia de ese hecho: Del poderoso hecho de no-haber-ido-a-la-Luna. ¡Que libro para vos, Jean! El viaje a la Luna no ha tenido lugar. Armstrong no ha tenido lugar. Yo te conocía bien. Te leí atentamente. Fuiste el mejor de los posmodernos. El que dio en el clavo del nuevo poder absoluto. Te pusiste contento cuando te mandé mis primeras notas, que luego incluí en ese grueso libro de filosofía que ahora anda por ahí. ¿Recuerdas, Jean? Decía: “Según la Ontología Negativa de Baudrillard el Ser está en todas partes y en ninguna. No puede haber ontología de lo virtual (...) Al final de su largo periplo la razón occidental no es. Se ha evaporado. Es simulacro. Y el simulacro no tiene nada que ver con el Ser. El mundo está poblado, constituido por imágenes y las imágenes son el ‘mundo’. No hay ‘mundo’. El ‘mundo’ ha muerto. Porque el mundo era el mundo ‘real’. Y lo ‘real’ ha muerto” (La filosofía y el barro de la historia, Planeta, p. 720). ¿Cómo no aprovechaste este tema, Jean? Es el punto exacto en que se inaugura el mundo de lo virtual. En que se asesina la realidad. Eso que vos, en uno de tus mejores libros, llamaste El crimen perfecto. Bien, el llamado “viaje a la Luna” es el crimen perfecto. El crimen de la realidad. El crimen de la verdad. De una verdad, pero no de otra. El mundo queda inaugurado como mundo virtual. Como verdad virtual. Se ve por televisión.

Señores, ustedes no fueron a la Luna y eso me parece mucho más admirable que si mediocremente, realmente, sumidos en la tosca realidad-real hubieran ido. Pero no fueron. Crearon todo el gran relato. Demostraron que la entera humanidad puede ser engañada. Crearon la nueva era. La del poder de lo virtual mediático. Hoy vivimos inmersos en ese mundo. Y van a ver: el señor De Narváez (y perdón por esta recurrencia a nuestra exigua política nacional en medio de tanta genialidad desbocada) dará, en el año 2011, su discurso de final de campaña desde Saturno. Con traje de astronauta y en medio de llamaradas espectaculares. Superiores a las de Lo que el viento se llevó. Y todo lo habrán hecho los realizadores de Matrix en un set remoto, inhallable de la Patagonia. Y todos dirán: “Si este hombre pudo ir a Saturno, ¿cómo no va a sacar a la Argentina de su eterna postergación?” Entre tanto, millones de clones de De Narváez recorrerán el país hablando cálidamente con la gente, escuchando sus problemas. Y la gente dirá: “Este hombre está en todas partes. Escucha a todos. Entra en todos los hogares”. Y alguien, por fin, dirá la verdad: “Para mí, es Dios”. Y lo será. Porque el que se apodere de la nuevas tecnologías comunicacionales, será Dios.

¡Feliz día del amigo!

A todos los que lean este mensaje, les deseo mucha felicidad y bendiciones!!
Un amigo vale muchísimo, cuidalo!!!

viernes, 17 de julio de 2009

Estado del Proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales

A continuación cuelgo una entrevista a Gabriel Mariotto, interventor del COMFER, hecha por Página/12:

"Antes de fin de año asistiremos al debate de la Ley de Medios"
Por Roberto Koira
El interventor del COMFER niega que el resultado electoral del 28 de junio afecte la llegada al Congreso de la Ley de Servicios Audiovisuales antes de que finalice 2009. Considera al proyecto un "tratado de vanguardia", critica al establishment mediático por ocultar el debate y responde preguntas sobre todos los puntos controvertidos de la iniciativa.
Después del traspié electoral del gobierno nacional el domingo 28 de junio, el interventor del COMFER, Gabriel Mariotto, salió a ratificar que el proyecto de Ley de Comunicación Audiovisual gozaba de buena salud y que una vez cumplidos los pasos establecidos (faltan realizar foros de consulta en Formosa, Ushuaia y el conurbano) ingresaría en el Congreso para ser tratado. Para tener un panorama más claro, Revista ZOOM conversó con Mariotto sobre el proyecto que busca dejar atrás 25 años de vergüenza de una ley de la dictadura y crear una comunicación para todos.
—El resultado de las elecciones ¿dejó golpeada a la iniciativa de Ley de Servicios Audiovisuales o este escenario acelera su ingreso al parlamento?
—Nunca la ley fue parte del cronograma electoral. La decisión de la Presidenta de la nación siempre fue la de enviar la ley al Congreso durante este año. Lo dijo el 1º de marzo en la apertura de sesiones parlamentarias: este es el año del debate de esta ley, así que estamos en tiempo y cumpliendo bien la tarea. El 18 de marzo se presentó la ley y estamos concluyendo los foros. Se sistematizarán esos aportes y llegará al Congreso, donde asistiremos al debate antes de fin de año.
—Y permitirá sacar de circulación una norma de la dictadura, con todo lo que esto implica…
—Con esta ley censora, restrictiva y monopólica, emparchada por decreto de necesidad y urgencia en los ‘90, hay un condicionamiento de la pluralidad. Entonces, el desafío de poder manifestar expresiones de cultura popular, por ejemplo, se ve limitado por la decisión de 4 o 5 empresarios que manejan el mercado de las comunicaciones. Que haya pluralidad significa que existan más expresiones culturales con posibilidades de poder sostenerse y consolidarse. Será un lindo desafío vivir en democracia comunicacional, porque no estamos acostumbrados a eso.
El silencio de los monopolios
—¿Qué opinión te merece la indiferencia de los grandes medios con respecto a la ley?
—Creo que se han dado la estrategia de silenciar, porque quieren sostener este statu quo favorable para ellos. Lo que más le duele al establishment mediático es que se discuta, ya que al poner en el centro de la escena ejes de debate comunicacional, aparecen opciones u opiniones que atentan contra esa construcción actual y que cuestiona la consolidación de este sistema, que les permite vivir monopólicamente o tener un diseño monopólico sin que nadie lo haya discutido. Entonces, el silencio es parte de la estrategia. No discutir es lo peor que les puede ocurrir en la etapa previa a la sanción de una ley de la democracia.
—Y siempre encuentran un portavoz dispuesto a hablar por sus intereses.
—El establishment mediático pensó que esta ley de la democracia y que la Presidenta de la Nación iba a enviar al Congreso era una grosería restrictiva y no un marco jurídico basado en la declaración de principios de derechos humanos de organismos internacionales. Con foros participativos y con toda la asistencia de la legislación internacional de los países más desarrollados en libertad de expresión. O sea, que es un tratado de vanguardia. Los relatores de libertad de expresión de la ONU y de la OEA explican que siempre América miró a Europa o a Canadá para hablar de libertad de expresión y hoy es el mundo el que está mirando el debate que se está dando en América Latina, donde el eje es la ley de la democracia de nuestro país. Entonces se me ocurre que este desarrollo intelectual, que está volcado en un marco jurídico para discutir en el Congreso, es novedoso y muy plural. Es un concepto de un Estado que tiene que garantizar la democracia comunicacional, para profundizar la vida democrática de los ciudadanos.
La riqueza del debate
—¿Cómo es la experiencia de las audiencias públicas? Y en ese marco, ¿cómo fue que en Corrientes, al negarles una escuela, terminaron dando el debate en una plaza pública?
—El gobernador Colombi, al intentar impedir el foro por la ley en una institución, le terminó poniendo un condimento épico. Fuimos a la plaza y nos rodeamos con mucha más gente que opinó de la ley. Los foros son un fenómeno interesante, que entiendo que va a ser copiado por la construcción de otras leyes. Así que estamos muy conformes y contentos, porque la mirada crítica de distintos actores o sectores ciudadanos le da una profundidad muy fuerte y enriquece mucho la propuesta original.
—¿Cuál es la respuesta de la gente?
—Hay mucho debate y muchas ganas de opinar. Eso, en la medida que enriquece el proyecto, les sirve de respaldo a los legisladores para que cuando este proyecto llegue al Congreso no solo reciban las presiones del establishment mediático, para evitar que se trate, sino que haya una sociedad que se ha movilizado y que tiene cosas por decir.
Todo lo que querías saber acerca del proyecto
—¿Cómo se va a sustentar ese 33% de los medios audiovisuales que la Ley fija para las ONG?
—Hay una reserva de espectro del 33 % para que las personas jurídicas sin fines de lucro puedan emitir. Se me ocurre que es un hecho muy importante, para que la comunicación no sea solo un comercio sino que sea un servicio. En última instancia, es tan honesto querer ganar dinero como difundir ideas.
—¿Cómo harán esos actores, que no tienen tantos recursos, para sostenerse en el tiempo y que,a poco de haberse adjudicado una señal, no venga Clarín u otro que tenga plata y les compre el medio?
—De los tributos que recibe el COMFER hay una distribución de esos recursos y hay un porcentaje que está destinado al fomento de las emisoras de las asociaciones sin fines de lucro. Es decir, del mismo modo que se financia el cine se va a solventar la comunicación de las organizaciones sociales.
—¿Habrá un apoyo estatal fuerte, entonces?
—Sí, será un vínculo para que la redistribución del dinero que ingresa al COMFER también caiga sobre la producción de las emisoras sin fines de lucro. Si los directores de cine han conformado una industria con el apoyo del Estado, creo que de la misma forma se va a abordar el tema de la comunicación.
—Hay quienes opinan que esta ley no defiende el espacio radioeléctrico como un espacio de dominio público propiedad de los argentinos a través del Estado. ¿Es así?
—Las ondas hertzianas deacuerdo a los tratados internacionales de derechos humanos son patrimonio de la humanidad y no de ningún Estado. Por eso la ley se define como de interés público: respetando que es un patrimonio de la humanidad, lo administra el Estado. Si esto fuera una ley de servicio público, las ondas hertzianas caerían en el Estado y dejarían ser de la humanidad. Es una cuestión filosófica. La administración está dada por el Estado, pero la pertenencia sigue siendo de la humanidad, por eso es una ley de interés público.
—¿Quién se quedará con las nuevas señales producto de la digitalización?
—Cuando el Estado concursa asigna una señal, no una frecuencia. Cuando una frecuencia es igual a una señal, Canal 9 emite una señal por la frecuencia 9, y todo es más fácil. Ahora, cuando en esa frecuencia pueden emitir 5 señales, el Canal 9 tiene un aspecto concursado por lo que va a seguir teniendo una señal. Los otros megahertz, es decir los otros 4 megahertz y medio que quedan, pueden incluir 5 nuevos concursos. La digitalización es una herramienta técnica que genera pluralidad y tiene que haber un marco jurídico que la garantice, para que no haya una potencialidad de pluralidad que nazca o que se sesgue en la concentración.
—¿Qué les respondés a los que afirman que, al permitir el ingreso de las Telefónicas al negocio, este proyecto de ley de Medios pretende cambiar un monopolio por otro?
—Que lean con detenimiento y responsabilidad la propuesta del proyecto y que, en cualquier caso, se preparen para debatir este y todos los aspectos emergentes en el Congreso, de la misma manera que se hizo en los Foros. La clave está en la liberación de los ductos como manera de abrir el acceso de nuevos actores en la prestación de servicios. Lo que esta ley exige como características de los prestadores, topes y jurisdicciones hace imposible cualquier tipo de monopolio.
—¿Por qué no podemos ver Telesur por un canal de aire o cable?
—Las señales de cable no son objeto de sanción de la ley actual de la dictadura, ya que cuando se promulgó se tomó al cable como un servicio complementario y esas señales no son objeto de ley. En función de eso es que no se puede establecer una grilla que incluya diversidad y estamos como rehenes del diseño que le quiere dar cada empresa. Nosotros pretendemos que haya pluralidad en la distribución de las señales de cable, pero que a su vez estas sean objeto de ley para poder establecer una grilla, donde quien distribuye tenga el deber de incorporar también las señales de la competencia. Si no, se genera una distorsión de quien produce contenidos y además los distribuye, ya que privilegia los propios en detrimento de la competencia. Eso genera posiciones dominantes en el mercado.
—¿La nueva ley destruye esa lógica?
—Va a permitir que el Estado pueda opinar para regular la grilla con contenidos mínimos que garanticen pluralidad.
—¿Vamos en camino a tener un canal de noticias estatal?
—El Sistema Nacional de Medios Públicos tiene ese desafío, el de un canal de noticias del Estado. Me parece que es una linda propuesta, muy sólida y muy buena.
—Cuando la ley se sancione, ¿se prevé barajar y dar de nuevo con el tema de las licencias? ¿Qué se va a hacer con los 10 años de prórroga de las licencias que se les otorgaron a los canales de aire?
—La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual no interviene con respecto al decreto que les otorgó 10 años más para que los empresarios puedan refinanciar sus deudas. Sí van a existir nuevos concursos y nuevos planes técnicos y se van a concursar nuevas señales. El resto es un tema de la justicia. Seguramente quienes recibieron esos 10 años más van argumentar derechos adquiridos. Sin embargo, la ley no está facultada para alterar ese beneficio que han tenido tanto los grandes medios como los que no lo son.
—¿Cuándo comienza la digitalización?
—Falta un tiempo para el apagado analógico, para que solo se emita en digital. Van a pasar unos cuantos años todavía.
—¿Cuándo vas a considerar que el objetivo que te propusiste con esta ley va estar cumplido?
—Cuando se sancione en el Congreso.

jueves, 16 de julio de 2009

El oficio del soplado

En el sur del Conurbano Bonaerense existían talleres de vidrio. Allí se aprendía la técnica del soplado. Con el testimonio de obreros se logra entender el oficio y la realidad que lo atraviesa actualmente.

Se cuenta que el origen del vidrio ocurrió por error, de la mano de un grupo de mercaderes en Egipto, desde entonces éste descubrimiento ha producido una inquietante fascinación en las personas que se han ocupado de moldearlo, mezclarlo, colorearlo y darle forma. Existen muchas técnicas para trabajarlo y lograr con él los más variados usos. Sin embargo, es en el soplado del vidrio donde la técnica se vuelve arte.

Los primeros sopladores fueron traídos al país desde Chescolovaquia, Alemania, etc. en el año 1905. Estos fueron los encargados de transmitir un oficio, por entonces poco conocido. A partir de éste momento el mayor asentamiento de cristalerías se ubicó en la zona de Berazategui, que con el tiempo adquirió el nombre de “Capital Nacional del Vidrio”.

En la localidad de Ezpeleta uno de los talleres más conocidos, en el auge de la cristalería, fue la “Cooperativa Ezpeleta”, menos conocida como “Cooperativa Constancia”. La finalidad de la misma, era la de construir entre todos los obreros un oficio realizable y así mantener a la pequeña empresa en pie. Estaba formada por una comisión que era elegida a través de asambleas por socios y obreros. La funcionalidad consistía, en que todos los trabajadores hiciesen un fondo común, de ahí se compraban materiales, maquinaria, materia prima y se podía pagar mucho más sueldo, del que decía en el convenio. De esta manera, un obrero pasaba a tener acciones que iban a un “pozo”, como se llamaba, el dinero acumulado allí se repartía entre todos. La idea de la cooperativa, era la de mantener al obrero en un ambiente de trabajo estable y pudiese aprender todas las técnicas.

El soplado del vidrio es un oficio que se ha transmitido de generación en generación, es un oficio que tarda años en aprenderse y perfeccionarse.

- “Yo aprendí a los doce años, en la década del 50…”

Es la primera frase de Ignacio Gómez, con la que me fue revelando un universo lleno de belleza y matices, dejándome ver su pasión por el oficio del soplado y del vidrio. Quizás se vaya desvaneciendo lo que con amor alguna vez construyó, pero a medida que la conversación se llevaba a cabo, miraba dentro de si e iba resolviendo la historia sin dioses, ni generales, solo brillaba en sus ojos la caricia que rosa sin tocar, esa caricia que vuelve cuando uno cruza la calle del recuerdo. Por momentos, su mirada cálida se perdía en los rincones de su memoria, esbozando una sonrisa casi cómplice con sus recuerdos y hacia largas pausas, para recordar el artista que alguna vez fue.

- ¿Cómo era la actividad?

(Se prende un cigarrillo y hace una pausa larga)

- “Con una batea chiquitita se calienta el vidrio. Se saca con una caña, trabajando sobre una placa, una madera y se le va dando la forma que uno quiere para terminar haciendo un vaso.

Los que trabajaban para hacer una copa eran: el soplador, el obrero que hacia el pie, el otro que tenía la caña, y dos sacadores. Aproximadamente eran ocho personas, depende de lo que se tenía que hacer… Yo sacaba la caña, soplaba y salía la gota de vidrio, la pegaba, la cortaba y con una palita le hacia la forma, la pierna, con un pedacito de vidrio, todo en caliente…

¡Esto era un arte!...”

Con el correr del tiempo y con la aparición de la automatización, los sopladores de vidrio fueron siendo poco a poco reemplazados, en las grandes cristalerías, por máquinas. Sin embargo, en Ezpeleta sigue funcionando una de las primeras fábrica, la “Cooperativa El Progreso”. Fundada el 20 de Abril de 1947. Encontré allí, un grupo humano excepcional, que se dedica a éste oficio y valora el trabajo manual de sus obreros.

Emilio Maczul, uno de los trabajadores, mientras intentaba transmitirle a los nuevos su oficio, que tardó más de 30 años en aprender. Me contaba que ésta fábrica se dedica a la producción por encargo de copas, jarras, jarrones y algunas artesanías que realizan.

- “Domingo por medio abrimos talleres a la comunidad, acá vienen como diez personas que concurren por la sola fascinación que tiene por el vidrio y para intentar las primeras piezas.”

Hoy la mayoría de las fábricas y talleres ya no existen, de aproximadamente 17 quedaron menos de la mitad. Las que sobreviven actualmente, a contramano de los modernos equipamientos y a fuerza de preservar el oficio, se dedican a hacer la producción por encargo u ofrecer cursos para seguir trasmitiendo todo el conocimiento de las técnicas.

Ignacio Gómez, el ex obrero de la Cooperativa la Constancia, de Rigolleau tiene una opinión, una visión un poco diferente de los cursos que se realizan. Para él un soplador tiene que aprender desde joven.

-“Y… el vidriero tiene que hacerse, tiene que saber cuando va a saltar el vidrio, quemarse, hacerse ampollas…”

A través de los colores, los sonidos del cristal surgen fascinantes anécdotas que se relatan desde la experiencia de cada obrero, ofreciéndonos la historia y el origen de su oficio. La puesta en común de todos ellos es el brillo en sus ojos, al contar la actividad del soplador, como artista, como trabajador… ¡qué importa la diferencia!. Se notan orgullosos de lo que hacen, motivación para seguir manteniendo una cooperativa en algunos casos, acompañando la transmisión del conocimiento sobre el manejo del vidrio, a sabiendas de que muchas técnicas morirán con ellos.

Ésta es la realidad de un oficio en extinción, un oficio que en algún momento de la historia tuvo un auge tan impresionante como increíble.

RECONSTRUIR EL DEBATE


Debido a tantos sucesos que hemos atravesado, elecciones, gripes; que no sé si llamarlos importantes, surgió una duda ¿volverá a la agenda el debate sobre las políticas de comunicación?¿Acaso dejó de ser interesante el derecho de un ciudadano de tener la posibilidad de alternativas en cuanto a calidad, a que se ofrezca un debate que no esté ligado al negocio mediático, sino que apunte a escalas de valores democráticos. Se sigue trabajando con ideas reduccionistas y polarizadoras, ofreciéndonos un escenario de sujetos a los cuales tenemos que rechazar o aceptar, que nos tienen que agradar o desagradar. Es hora de volver a abrir la discusión para buscar nuevas estrategias, reflexiones que inculquen valores solidarios y de respeto a la dignidad humana. Actuar para democratizar las comunicaciones y la información, para garantizarnos el derecho a la comunicación e información plural, objetiva, oportuna y veraz. Poder tener acceso a las licencias de radiodifusión radial y televisiva para revertir el autoritarismo derivado del control monopólico de los medios, así facilitar la creación de modalidades sociales de gestión comunicacional. Con este tema olvidado y con el panorama político actual que tiene discurso de los '90, con la experiencia de cada gobierno que utilizó la política de medios, agregando o quitando artículos, decretando leyes; lo ha hecho para el beneficio de unos pocos. ¿Seguirá siendo ninguneado nuestro derecho?