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Este blog intenta recopilar ideas, textos, informaciones concernientes al mundo de la comunicación, la política y demás intereses, que me pertenecen y también a quienes colaboran y leen a diario este ensayo de blog! Pasen y vean!!!

lunes, 14 de diciembre de 2009

A PROPÓSITO DE LOS POMAR Y LA MALDITA POLICIA.

A PROPÓSITO DE LOS POMAR Y LA MALDITA POLICIA.

UNA MIRADA DIALÉCTICA DE LAS CAUSAS Y SOLUCIONES AL PROBLEMA DE LA INSEGURIDAD


Por Dr. Hernán Jaureguiber y Bernardo Alberte (h)

 

 

El llamado "misterio de los Pomar" nos ha brindado una muestra mas de nuestra patética realidad.

Hallados los cuerpos y el automóvil a la vera del camino, en el lugar mas obvio para encontrarlos a las pocas horas del accidente, su demora de 24 días es la muestra mas palmaria del siniestro accionar policial y de su descontrol.

Huelgan las palabras para describir la inutilidad de las fuerzas policiales para cumplir sus elementales tareas.

¡Que huérfanos de musas inspiradoras han quedado quienes se atrevan a abordar el genero literario de la novela policial.!

Lejos del genial Sherloock Holmes, nuestros sabuesos han demostrado que sólo tienen olfato para la muzzarela y los delitos de la prostitución y el narcotráfico, claro que en estos  casos como socios del crimen.

Las autoridades políticas, muestran su inaniedad de recursos para conducir a los delincuentes de uniforme.

Estas líneas no intentan teorizaciones sobre criminología,  ni recetas contra la inseguridad, porque sus autores no tienen el conocimiento para brindarlas.

Sin embargo, sumando todos los casos irresueltos de investigación, prevención y represión del delito, resulta evidente que los agentes del órden vernáculos, únicamente sirven para reprimir protestas estudiantiles, sociales o desórdenes en recitales,  sin siquiera lograr los básicos fines de dispersión de la multitud, pese a que en sus fallidos intentos, siempre despuntan su vicio de golpear salvajemente a individuos desarmados.

A la lista de fracasos policiales debe agregarse la impunidad y el escándalo en el procedimiento,  que incluye sospechar a las propias víctimas, citando por caso,  el del padre de la niña Sofía, detenido y sospechado al igual que ocurrió con Fernando Pomar durante estos 24 días.
Que decir del destino del testigo Julio López. O de José Luis Cabezas. O de la Masacre de Ramallo. O el crimen de Kosteky y Santillán. Siempre la maldita policía involucrada directa o indirectamente. Imposible no sumar a la lista las vinculaciones en el caso AMIA en donde se sospecha del Comisario Palacios, devenido en la respuesta del Jefe de Gobierno Porteño para garantizar seguridad a sus vecinos.

Y entonces, frente al reclamo incesante de sectores de la población clamando ¡ SE-GU-RI-DAD, SE-GU-RI-DAD¡ resulta una obviedad concluir que no puede esperarse un éxito en la materia, contando como sujetos activos de las medidas reclamadas a estos agentes impresentables.

¿Cuantas muestras mas se precisan para saber que quiénes deben garantizar la seguridad, no saben absolutamente nada sobre el tema, ni son idóneos y además están involucrados en los peores crímenes que deberían combatir.?

No se trata de razones ideológicas de izquierda o derecha, como podría suponer un análisis sobre las causas del delito;  o la necesidad (o vocación) de algunos sectores de reprimirlo a costa de cualquier medio.

Se trata simplemente del análisis de la segunda opción, no respecto de su legitimidad ética, sino de su efectividad, aún prescindiendo de la exégesis moral.

Darle mas poder de fuego o de operatividad a los elementos policiales, es como darle un cuchillo a un simio, que sin dudas atacará a cualquiera,  incluido su amo.

De quienes no encuentran a 4 cuerpos disperdigados en 40 Km, mal puede esperarse que encuentren a un asesino y mucho menos que lo aprehendan en movimiento.

Es inconsistente cualquier argumento que se dirija únicamente contra las autoridades civiles para fundar el descontrol de estas fuerzas, puesto que las condujeron desde menemistas fiesteros, hasta militares fascistas como el caso Rico, llegando a recontras derechosos como Macri,  que se topa desde el inicio con el nada fino de Palacios y sus escandalosos espionajes sin poder controlarlo. Tampoco resultaron acertadas las políticas cuasi-progresistas como las intentadas por Arslanian, Juanpi Cafiero, entre otros.

Es notorio que no depende de la conducción política, ni judicial, porque no esperarán que un ministro reemplace al custodio de una sucursal bancaria mientras este manda mensajes de texto en vez de estar atento a la circulación de personas.

Como tampoco puede pedírsele a la fiscal que recorra, a pie o a caballo,  los 40 Km. donde fueron encontrados los cuerpos de los desdichados Pomar.

Se podrá decir que las fuerzas deben ser purgadas, pero resulta a todas luces una tarea, por lo menos,  sumamente extensa en tiempo que no evacuará las necesidades urgentes de los atemorizados clamantes de seguridad.

Por lo demás,  la nobel policía de la Ciudad de Buenos Aires, es el caso mas patente de la imposibilidad de la purga,  cuando la corrupción existe antes de que nazca la criatura.

Por lo tanto es notorio que, si existen soluciones, estas no son sencillas ni pueden ejecutarse con la celeridad que espera parte de la población, mediante reclamos amplificados por los tendenciosos medios de comunicación.

Estamos frente a un problema serio, que no parece de breve resolución.

Entonces, admitiendo que la apuesta es a largo plazo se impone el deber de analizar si no es mas conveniente (por supuesto que además de ético) suprimir las causas que producen el delito antes que atacar al hecho ya consumado, puesto que esta tarea, aunque lenta también,  parece menos difícil que enderezar a las fuerzas policiales.

EL PROBLEMA NO ES LA POBREZA SINO LA RIQUEZA


Llegado al punto de buscar las causas del delito, cada uno mira para el lado que le parece  y algunos para cualquier lado.

A nuestro criterio se equivocan quienes señalan la causa principal del delito en la droga, puesto que drogones hay en todas partes y sin embargo, no siempre en esos lugares existe el mismo tipo de delito que alarma a la clase media argentina. Aún en la clase media local, corre falopa a lo pavote,  sin perjuicio de lo cual no todos los faloperos de medio pelo, asesinan ancianas o catequistas, aunque muchos viciosos bursátiles o de otras disciplinas cometan delitos graves como vaciamientos de empresas, tráfico de medicamentos truchos, etc., Pero eso es "harina de otro costal."

Tampoco aciertan quienes apuntan a la falencia educacional, mientras ellos mismos o su prole, escriben con errores de ortografía o ignorando las efemérides básicas de nuestro calendario, aunque tengan aprobadas sus étapas educativas primarias y medias o inclusive terciarias.

Los brutos, cometen un sin fin de equivocaciones, entre otras, adherir con facilidad a cualquier consigna facilista, arreados por sus miedos y por los medios de comunicación masivos. Sin embargo, tampoco salen a asesinar a mansalva, a tontas y a locas.

Finalmente, y a veces con buena voluntad, muchos señalan a la pobreza como causante del brote de violencia, amparados en la estadística ligera que muestra a los pibes chorros como estereotipados en personas humildes.

Y frente a esta estadística, mas o menos veraz, están los que concluyen que hay que acabar con la pobreza y los que con cinismo sostienen que hay que acabar con los pobres (aunque no se diga directamente, estamos convencidos en la numerosidad de este último segmento de opinión.)

Pero bien, sin querer polemizar con estas opiniones, advertimos que la pobreza no es, en si misma,  la causa de tanta violencia, aunque esta la protagonicen a simple vista los pobres.

A mayor abundamiento, muchos de los crímenes recientes, son cometidos por individuos de clase media baja y no por el último escalón social, de lo cual debe descartarse el delito famélico.

La pobreza se encuentra en relación dialéctica con la riqueza y es en este vínculo en donde debemos depositar la síntesis.

En Cuba, mal que le pese a la gusanada, no hay índices delictivos severos, como tampoco los hay en la Suecia Socialdemócrata ni en la Suiza Ultra capitalista.

En uno habrá balseros y jineteras, pero no chorros. En otro, hay suicidios, pero no homicidios a quemarropa por una moto o un celular.

Cómo rezaba el memorable tango de José María Aguilar, aquel guitarrista de Gardel, que con aguda ironía advertía en la crisis del 30 que "...el ladrón es hoy decente, a la fuerza se hizo gente, ya no encuentra a quien robar; y el honrao se ha vuelto chorro porque en su fiebre de ahorro, él se afana por guardar..."

Mas acá en la geografía y mas allá en la historia, en las décadas del 40, 50, 60 y 70, superada la crisis del '30 que abordó el poeta mencionado, (mas allá de los crímenes políticos), no encontramos antecedentes que se parangonen con el problema actual, pese a que, como lamentablemente opinó Menem, pobres siempre existieron.

Y es cierto. Mas o menos, pero pobres siempre existieron en las pampas.

Lo que no existía entonces, era la exposición impúdica de la riqueza, sustentada no solo por poderosos ricachones, sino por clasemedieros con un poco de viento a favor y mucho de negocio non sancto.

Basta con encender el televisor para tener como única realidad a vedetongas con autos descapotables, romances confesados al calor del dinero, conductores con muy poco glamour y mucho de estruendo.

Ascensos sociales con poco merito y con bastante desparpajo en cuanto a la fuente inmoral del mismo.

Si con solo recorrer un barrio de clase media porteño, cualquiera se dá cuenta que, cualquiera,   tiene un auto cero kilómetro o una casa que sus padres o abuelos laboriosos no pudieron conseguir al cabo de un vida de trabajo.

Y frente a esta vidriera, la pobreza. La misma que antes,  pero mas extensa en su número y mas ansiosa de tomar revancha por un destino que no pudieron evitar.

Repetimos. En las escuelas públicas, a las que concurrimos los firmantes de esta nota, también había chicos pobres llegados de villas de emergencias cercanas, pero todos jugábamos con las mismas bolitas junto al hijo del médico y el portero.

Además, las villas se concebían como lo decía su nombre, en una situación de emergencia y no en un destino inexorable..

Y el que tenía un poco mas, lo vivía con recato, aunque conciente de la diferencia, no abusando hasta el hartazgo de ella.

Por lo tanto y como llegamos al desenlace de estas líneas,  pensamos que el problema del delito, si este guarda relación con la pobreza,  no se soluciona eliminando pobres, sino curando la pobreza y esta última no tiene remedio si no se ataca a la riqueza.

Son los ricos, no solo en su apropiación, los que producen pobres, tanto por lo que le sacan al miserable,  como en la impotencia que en este provocan.

A nadie le gusta ver comer caviar a un semejante, mientras él solo procura un mendrugo.

Nadie soporta con equilibrio ser maltratado en su intento de limpiar un parabrisas de un auto que jamás podrá adquirir y que la publicidad lo muestra como una condición indispensable para ser feliz.

No hace mucho, una publicidad de automóvil mostraba a un horrible narigón, acompañado de una cálida señorita, mientras le dejaba una propina a otra persona igualmente narigona que servilmente le habría las puerta del flamante rodado. En la ocasión el primero se compadecía de la triste situación del segundo, confesando que el coche que adquirió le cambió su autoestima.

Mensaje publicitario vomitivo por donde quiera mirarse.

Nada bueno puede esperarse de una sociedad así concebida.

Aunque eliminen pobres físicamente, otros tantos aparecerán si el sistema consiste en la producción de estos.

Y si del resentimiento se trata, ningún futuro promisorio puede esperarse si quienes lo producen, no echan mano a la humildad en vez de pensar en tanta violencia represiva para paliar lo que ellos mismos generan por su propia naturaleza.

En síntesis, el problema no es la pobreza, sino la riqueza.

La solución no radica en atacar a los humildes, sino en bajarle el copete a los fanfarrones embriagados de bienestar económico.

No ingresar a las villas para encontrar delincuentes, sino ingresar a la AFIP para descubrir ingresos de dinero ilícitos mas importantes que las obtenidas en un arrebato callejero.

No detenerse tanto en el episodio del robo de un automóvil, cómo en la comercialización de las autopartes, efectuadas en lugares bien visibles y consumidos por conciente clientela que no le importa el origen sangriento de lo que pagan mas barato.

No horrorizarse tanto con el patotero, tan difícil de buscar en la multitud, sino con el jefe de la patota, tan fácil de descubrir en las jefaturas de sindicatos.

Estas no son mas que sugerencias no taxativas, pero ejemplificativas para pensar en los verdaderos culpables de tanta violencia y encontrar soluciones, no tan ligeras como las que suponen el grito vacío de SE-GU-RI-DAD, pero mas duraderas y éticas como edificar una sociedad justa, libre y soberana. Consolidada esta sana realidad, la consecuencia será esa seguridad a la que todos anhelan pero que no todos merecen.

Dr. Hernán Jaureguiber;

Bernardo Alberte (h)



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JOAQUIN DANIEL CASTAÑO.
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jueves, 3 de diciembre de 2009

Blog "IL Corvino"

Aprovecho esta ocasión para recomendar un blog que tiene notas interesantes. El blog se llama "il Corvino" y trata temáticas actuales, sociales, culturales y también incursiona en la crítica musical, toménse un tiempito y lo van a disfrutar.
Este enlace es imperdible:
http://ilcorvino.blogspot.com/2009/11/autoayuda-imperativa.html

lunes, 23 de noviembre de 2009

Los multimedios y los multimiedos

22-11-2009 /  En la pelea por sembrar la inseguridad, Clarín saltó de policiales a vida cotidiana. La
manipulación llega al extremo de poner en boca de un psiquiatra su línea editorial: "La gente tiene la sensación de que el país es una hecatombe", tal como en la crisis de 2001.



 
Por Eduardo Anguita

Desde la muerte de Roberto Noble, el fundador y director de Clarín entre 1945 y 1968, ese diario fabricó inseguridad en períodos democráticos y se alineó con los dictadores de turno. Osvaldo Bayer revistaba como jefe de la sección Política por decisión de Noble desde el gobierno de Arturo Frondizi. La elección recayó en Bayer, precisamente por sus ideas de izquierda. Fue en 1970, apenas asumía el general Roberto Levingston como relevo del mesiánico Juan Carlos Onganía, que Clarín publicó, en una nota, que alguna decisión del dictador estaba más influida en los excesos de alcohol que en los derechistas criterios castrenses. Para Ernestina Herrera, viuda de Noble y al frente del diario, se trató de una irreverencia imperdonable. A tal punto que ella invitó al edificio de la calle Tacuarí al mismísimo Levingston y luego visitaron juntos la redacción. La directora no perdió el tiempo y retó a Bayer en presencia del dictador. Desde ya, fue sacado de la jefatura de Política.
Ese hecho resultaría una anécdota más si no hubiera sido parte de una política empresaria destinada no sólo a legitimar a los gobiernos de facto sino a darles apoyo mediático a los usurpadores a cambios de serias ventajas empresarias. Cuando irrumpió la feroz dictadura de Jorge Videla, el encargado de la relación con los medios era el secretario general de la Presidencia, el general José Rogelio Villarreal. Este hombre clave de la cúpula dictatorial había sido jefe de la V Brigada de Monte en operaciones en Tucumán durante el llamado Operativo Independencia. Tenía como segundo en la Secretaría General a Ricardo Yofre, un operador civil que lo acompañaba en la búsqueda de oxígeno para que el plan de exterminio y de entrega del patrimonio tuviera cómplices de saco y corbata y no sólo de cascos y botas.
El prolongado silencio de Clarín sobre los crímenes y desapariciones tuvo algunas grietas a partir de Malvinas. Es decir, durante seis largos años sus páginas hicieron caso omiso de crónicas de sangre y disparos. Y para que hubiera un correlato con esa política editorial, la sección Policiales tenía una página fija a cargo del histórico periodista especializado en el tema, Enrique Sdrech. Además, el diario tenía un acreditado en la Policía Federal que, desde ya, no hurgaba en los verdaderos crímenes que se cometían en el ámbito de esa fuerza, sino que transmitía las gacetillas emergentes del departamento de Prensa.
Una investigación del periodista Enrique Vázquez, emitida por el entonces canal ATC en 1985, reveló que en los primeros meses del gobierno de Raúl Alfonsín, Clarín multiplicó las páginas policiales. En efecto, a principios de 1984, la sección Información General cedió cuatro páginas a Policiales y también cuatro periodistas se sumaron a esa sección. No hay que ser un experto en psicología social para saber lo fácil que es hacer crecer la sensación de inseguridad con el simple hecho de aumentar el volumen y la circulación de noticias policiales. Cuando el robo de un auto deja de ser una estadística delictiva para convertirse en un suceso singular, el imaginario colectivo percibe que eso invade su propio entorno.
Para la doctrina de la seguridad nacional cualquier acontecimiento social o político tiene que ser registrado como un riesgo para el país y cualquier decisión de gobierno es un tema de Estado. Por el contrario, en las democracias hay conflictos y diferencias, única manera de que los postergados hagan valer sus voces y, cada tanto, sus propios intereses. Clarín tomó posición apenas llegada la dictadura: quiso construir la noticia policial como un hecho maldito de las democracias. Según esa lógica, la inseguridad es una consecuencia inevitable de la indulgencia de los políticos débiles.
En una lectura ligera, algunos interpretan que "rociar sangre" en la tapa es una manera de vender más ejemplares. Eso es una excusa, al menos para Clarín, un diario generalista, con una redacción fuerte en política, economía y cultura, temas y secciones que interesan a los lectores de las capas medias, que constituyen el público tradicional de Clarín.


Medios, clase media e inseguridad. Desde el surgimiento de los diarios masivos, en la segunda mitad del siglo XIX, funcionó el paradigma de que los temas policiales y pasionales, con fotografías escabrosas y titulares catástrofe, funcionaban para los públicos proletarios y las capas menos instruidas de la sociedad. Eso funcionaba con la premisa de que sólo un sector –la vanguardia consciente– de las capas populares se constituía en lector de diarios. Por la cantidad de horas que demanda y por la abstracción que supone leer artículos sobre hechos de Palacio o las tendencias de la economía mundial. Es más, el formato de diario tabloide con pocas páginas fue muy funcional para la lectura durante el viaje en tren, subterráneo y hasta en colectivo. Crónica fue el diario obrero masivo de la Argentina. Su dueño y director histórico, Héctor Ricardo García, no pretendía medrar con la "sensación de inseguridad", sino que daba un menú en el cual el turf, la lotería y las policiales acompañaban algunas noticias de política que sí interesaban al mundo proletario. Cuando Crónica decía que los salarios no alcanzaban a cubrir la canasta básica, sonaban todos los teléfonos. No así si salía en tapa la foto de una mujer descuartizada. La mejor expresión de que los temas policiales no estaban asociados a generar inseguridad es que esa palabra no era parte del lenguaje periodístico de entonces. García editó, con éxito masivo, el semanario Así, cuyo motor eran las fotos provistas por los departamentos de Prensa de las policías Bonaerense y Federal, o se valía de anticipos de los comisarios para que desde la redacción de la calle Azopardo salieran los autos con los fotógrafos. Para tener dimensión de este fenómeno, en los sesenta, Así salía dos veces por semana –jueves y domingos– y vendía la friolera de medio millón de ejemplares. Las catástrofes, los crímenes amorosos o los tiroteos de policías y hampones, por esos años, no constituían para nada parte del inflamado y paranoico mundo de "la inseguridad".
El jueves pasado, Clarín sacaba en tapa un curioso enfoque sobre los problemas de la Argentina. El matutino –locomotora tras la cual van TN, Canal 13, Radio Mitre, la web y tantas otras cosas– tituló en tapa: "Pacientes que repiten síntomas de la crisis de 2001". Con visión catástrofe, un artículo sin rigor alguno, advierte que "la gente" ya empieza a tener síntomas de estrés o de gastritis o de pánico que se deben (¡lea bien!) a "la incertidumbre, el escepticismo y el miedo a ser la próxima víctima". Pone luego, en boca de un psiquiatra: "Como en 2001, la gente tiene la sensación de que el país es una hecatombe".
Es decir, los marcianos están entre nosotros. Pero ya no se trata de la emisión histórica de La guerra de los mundos por parte de Orson Welles que provocó pánico en la audiencia. Aquel programa de radio se estudia en todas las carreras de Periodismo o Sociología como la capacidad que tienen los medios de sugestionar y asustar. Era una dramatización, basada en la novela homónima de H. G. Wells. Era también una provocación. Una advertencia del mundo manipulado que suponía la radiofonía. Hoy puede leerse como un hecho anticipatorio.
Tanto "miedo a ser la próxima víctima" llevó a cientos de miles de ciudadanos que vivían en barrios donde había pobres y no tan pobres a vivir en "barrios cerrados". Les engordaron el bolsillo a varios especuladores con tierras en zonas marginales. Ahora viajan dos horas en autopista y llegan histéricos al trabajo. Se enteran de que las agencias de seguridad privada los vigilan a ellos muchas veces en cambio de cuidarlos. También les meten alarmas y cortacorrientes a sus autos y entonces los delincuentes ya no se valen de escruches sino que los encañonan para llevarse el vehículo en marcha. En fin, ese homo timorens, fruto del homo videns, no es sólo una construcción mediática. Es parte de un negocio maldito: presionar a los gobiernos con enfermar a la gente de lo que ellos llaman las enfermedades del momento: incertidumbre y escepticismo.




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jueves, 12 de noviembre de 2009

“Hay que gobernar como una madre”

ANECDOTAS Y CONFESIONES DE LOS PRESIDENTES ENTREVISTADOS POR FILMUS
"Hay que gobernar como una madre"

Lula cuenta que su sueño era comer, sobrevivir, y no ser presidente. Evo Morales revela que la primera vez que durmió en una cama fue en la Argentina, cuando vino a trabajar en la zafra tucumana. Chávez dice que entró al ejército para poder jugar al béisbol.

"Mi sueño era desayunar. Luego almorzar. Luego cenar. La ley de la sobrevivencia. Nunca soñé con ser presidente." Lula da Silva mira de frente. Sus frases son tan despojadas como contundentes. El presidente de Brasil habla y uno le cree. La historia del chico de Pernambuco que llega con su madre y sus siete hermanos a buscar a su padre a San Pablo es conocida. Menos sabido es que lo encuentran viviendo con una prima de la madre y otros cuatro hijos. "Mi padre tuvo veintiséis hijos", cuenta Lula y dice que lo perdonó, aunque en su gesto se adivine un dolor irreparable.

"A través de la historia de los presidentes se refleja la historia de América latina. Son tipos que se parecen mucho a sus pueblos", sintetiza DANIEL FILMUS, el senador que mutó en periodista –"sólo por esta vez", aclara– para realizar el ciclo Presidentes de Latinoamérica, que se estrena hoy, a las 23.30, por Canal 7. El derrotero personal de los mandatarios de Nicaragua, Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Chile y la Argentina –Tabaré Vázquez (Uruguay) está por filmarse y sobre Alan García (Perú) todavía no hay confirmación– hilvana una historia inédita en las democracias del continente: dirigentes que llegaron al poder después de los devastadores gobiernos neoliberales.

Evo Morales cuenta que la primera vez que durmió en una cama, un catre en realidad, fue en la Argentina, cuando vino a trabajar en la zafra tucumana junto con su padre. Ya como presidente de Bolivia, lo apabulló la residencia oficial. Se sintió solo en ese lugar magnífico y la primera noche de mandato optó por irse a su departamentito de dos ambientes. Llamó a Alvaro García Linera –el vicepresidente, también soltero– y a otro funcionario para compartir el alojamiento. La austeridad no lo libró de otros rumores malintencionados.

La mayoría de los entrevistados comparte biografías con padres torturados, asesinados o sobrevivientes de la trágica historia latinoamericana. Las entrevistas pautadas en los huecos de las agendas oficiales se fueron extendiendo a medida que los presidentes se relajaban y dejaban espiar su pasado. Cada uno con su estilo. Como era de esperar, el más verborrágico e impetuoso fue Hugo Chávez. FILMUS comenta que habían preparado todo el equipo en el Palacio de Miraflores y Chávez dijo que ése no era el lugar. El ideal era el cuartel donde él se había levantado contra Carlos Andrés Pérez, en el '92. Dos helicópteros y un avión despegaron entonces con todos en busca del destino señalado. Nada fue fácil. Chávez eligió el lugar dentro del lugar, un polígono de tiro al aire libre, donde el calor caribeño apenas era aplacado por un techito. Cinco horas en las que contó que entró al ejército con el único objetivo de llegar a Caracas para ser beisbolista, cantó y se explayó sobre el proyecto bolivariano. Tanta elocuencia obligó a desglosarlo en dos programas. Record que sólo comparte, por ahora, con Lula.

La palabra de cada presidente es completada con el relato de los hombres y mujeres que los acompañaron desde un comienzo. Durante la primera etapa del proyecto, Tristán Bauer, por entonces titular del canal Encuentro, estuvo con FILMUS. "Desde el amor, que es lo más importante, el que más me impactó fue Evo. Desde lo intelectual, por su formación, su concepción del mundo, fue Correa", comentó el ahora titular del Sistema Nacional de Medios Públicos, y aclaró: "Después de nuestra Presidenta". En la segunda etapa de los reportajes, el lugar de compañía lo ocupó Ignacio Hernaiz, al frente del canal educativo. Hernaiz anticipó que como el ciclo se hizo en el marco del Bicentenario, la idea es completarlo con entrevistas a los primeros ministros de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y de Portugal, José Sócrates.

En Brasil, Venezuela, Ecuador y Bolivia se difundirá durante este mes el ciclo de entrevistas. Los brasileños verán a Lula repetir que "necesitaba probar que un trabajador tenía competencia para gobernar el país" y contar que "hay que gobernar como una madre, porque una madre siempre se ocupa del más débil. Los ricos no necesitan al Estado".

Nora Veiras



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lunes, 9 de noviembre de 2009

Twitter en español!!!

La Red Social que está compitiendo con facebook palmo a palmo, ya tiene su versión en español (una de las principales dificultades para ser pie en paises de habla hispana)
La idea es escribir en 140 caracteres (25 palabras apróx.) lo que tengas ganas de decir y seguir a participantes de la red (ej. Calamaro, Cerati, Montaner, Macri, De Narvaez, y tantos otros), como también que otros sigan tus comentarios. Cómo verán es muy parecido a lo de "Facebook", sin tantos artilugios (jueguitos, videos), lo que hace a la página mucho más liviana. Eso sí, si querés se puede compartir ,mediante otros sitios, videos, fotos y links.
El sitio cuando ingresás está en Inglés, para cambiar el idioma está a la derecha en el medio apróximadamente.
 


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“Los medios construyen una noción restringida de seguridad”

Universidad Nacional de Córdoba
Centro de Estudios Avanzados

"Los medios construyen una noción restringida de seguridad"

En entrevista con InfoUniversidades, María Cristina Mata, investigadora en comunicación especializada en el estudio de Públicos, Cultura y Ciudadanía, afirma que la reducción del concepto de "seguridad" a la comisión o no de delitos, es una responsabilidad tanto de los medios como de las instituciones gubernamentales, partidarias y sociales que reproducen ese discurso. Mata explicó que el incremento de la incertidumbre laboral y las enfermedades -que siendo curables provocan muertes por falta de atención médica o recursos- forman parte de la inseguridad social que no se ve reflejada en el día a día. La especialista dio el ejemplo de la última campaña electoral, en la que la cuestión de la seguridad ciudadana reducida a los bienes materiales fue el caballo de batalla de varios partidos políticos.

Imagen de 580 px de ancho

"En los medios masivos, hablar de 'seguridad' o 'inseguridad' es referirse, básicamente, a la problemática del delito. Es una restricción peligrosa, porque para vivir seguros en una sociedad, los individuos también necesitamos contar con 'seguridad social', es decir, con los derechos básicos que preservan la calidad y dignidad de la vida y de los que carecen muchas personas, a pesar de estar validados constitucionalmente. Me refiero, entre otros, al derecho al trabajo, a la salud, a la educación". Sobre este eje disertó María Cristina Mata, investigadora en comunicación, especializada en el estudio de públicos, cultura y ciudadanía en el marco del "Foro internacional: Derechos y seguridad humana" organizado por el Programa Universidad, sociedad y cárcel, de la Universidad Nacional de Córdoba.

En este contexto, la especialista insistió en la naturalidad con que se instaló la idea según la que la propiedad privada -los bienes materiales e incluso el propio cuerpo- sólo estaría expuesta en nuestra sociedad a condiciones de inseguridad a causa de los delitos.

Víctimas y victimarios

Pero los medios contribuyen a otra polarización al realizar una construcción clasista de víctimas y victimarios. Esto se evidencia en el tipo de cobertura que se les da a los delitos según el barrio o sector poblacional al que afecten, ya que algunos son presentados como hechos de inseguridad y otros como enfrentamientos entre sectores contrarios.

"Es interesante ver cómo las ideas que circulan sobre la seguridad se construyen a partir de cierta caracterización de los actores y territorios como peligrosos o no. Los individuos marginados o excluidos, en términos sociales y económicos, son los principales sospechosos de poner en riesgo la vida y la propiedad de los demás", indica Mata.

En cambio, existen decisiones y prácticas que siendo responsabilidad de individuos y grupos dotados de poder económico y político afectan brutalmente la seguridad de nuestra vida, y que no son tipificadas como delitos. "Y esas personas no son jamás presentadas en los medios como delincuentes o posibles delincuentes", agrega.

En este punto, la investigadora aprovecha para retomar el concepto amplio que propone para pensar a la seguridad humana como un fenómeno complejo. Si bien reconoce el aumento de la comisión de delitos contra la propiedad y los hechos de violencia conexos en nuestra sociedad, señala que también se incrementaron la incertidumbre laboral y las enfermedades, que aún siendo curables provocan muertes por falta de atención médica o recursos.

Así, mientras los que sufren delitos contra la propiedad son representados en los medios masivos como víctimas, no ocurre lo mismo con los que padecen esa extendida inseguridad social. "Los medios promueven -a partir de diferentes estrategias discursivas- la identificación del público con las víctimas y ellos mismos se identifican con su padecimiento, creando un sentimiento de inseguridad superior al que podrían suscitar los datos objetivos porque, de algún modo, ese proceso de identificación nos lleva a asumir colectivamente, pero desde cada individualidad, la idea de que todos estamos en peligro", señala la investigadora a InfoUniversidades.

No ocurre lo mismo, explica, con los casos de desempleo o de carencias en el terreno de la salud o la educación. "Ahora bien -agrega- ¿qué sucedería si todos los días los medios reflejaran el caso de una o más personas que narraran la angustia de quedarse sin trabajo, de no poder educarse o de no poder estudiar? Seguramente podrían suscitarse similares procesos de identificación y contribuir a reconocer en esas condiciones más que problemas sociales -como suele presentárselos- objetivas condiciones de inseguridad".

Que los medios promuevan esta visión de la realidad elimina la complejidad social y esto hace que el público -que genera sus opiniones básicamente a través de los medios- tenga pocos elementos de análisis para formarse una opinión sobre la seguridad o la inseguridad. Esta situación, la construcción de una visión simplificada y maniquea de la realidad, no es inmodificable, aunque ésta sea la lógica que imponen los medios de comunicación dominantes. En ese sentido, Mata considera que "siempre es posible pensar en medios de comunicación, sobre todo en medios públicos, que construyan otro discurso sobre el tema y no se limiten a ser meros repetidores y reproductores del discurso hegemónico sobre el particular". Refuerza la idea al señalar que es posible modificar la agenda que marcan los medios hegemónicos "si se asume la posibilidad de que el público -que encuentra lo mismo en todos los medios- tenga otros intereses y expectativas a partir de los que pueda ser interpelado".

Con insistencia apunta a que, desde su perspectiva, para revertir la reducción del concepto de "seguridad" a los ilícitos contra la propiedad privada, "sería muy importante vincular la seguridad social y la civil; mostrar cómo en la medida en que el Estado no garantiza los derechos sociales aumenta la inseguridad social y, en consecuencia, se incrementa el delito. Pero igual de significativo sería dejar de operar con criterios sensacionalistas en el tratamiento de estos hechos", señala.

Responsabilidades compartidas

Para Mata, esta reducción de la seguridad a la existencia o no de delitos en la sociedad, no es sólo responsabilidad de los medios de comunicación, sino también de las instituciones sociales y gubernamentales que reproducen este discurso. Algo que se evidencia con claridad, según la investigadora, en la campaña electoral pasada, en la que varios partidos políticos asociaron directamente en sus plataformas y spot publicitarios la cuestión de la seguridad ciudadana a la comisión de ilícitos.

La seguridad en los medios de Córdoba

María Cristina Mata dirige el Programa de Comunicación y Ciudadanía del Centro de Estudios Avanzados, en el que funciona un observatorio de medios. En este marco, y sobre el análisis de medios gráficos y televisivos de Córdoba, están desarrollando un estudio acerca de cómo se construye discursivamente lo seguro e inseguro, y en particular, cómo se elaboran las ideas de espacio público urbano, actores y prácticas, seguros o inseguros.

Andrés Fernández
comunicacion@rectorado.unc.edu.ar
Mariana Mendoza
Prosecretaría de Comunicación Institucional
Universidad Nacional de Córdoba

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"Otra desaparición"

Texto publicado por Página|12 el lunes 9 de Noviembre.

Por Horacio Verbitsky



La SIP realiza su asamblea anual en Buenos Aires, con pronunciamientos contra la ley audiovisual y el gobierno que la elaboró. Hace 31 años una misión de la entidad investigó la situación de la prensa y de los periodistas bajo la dictadura militar. El informe de Edward Seaton e Ignacio Lozano, propietarios del Mercury de Kansas y La Opinión de Los Angeles, constató que en 1978 los principales medios y editores argentinos:






- priorizaban la seguridad nacional sobre la libertad de expresión;






- justificaban la censura porque se declaraban de acuerdo con la dictadura, con la cual dijeron que deseaban cooperar;






- se negaban a informar sobre la desaparición de personas y






- se beneficiaban de tal comportamiento al asociarse con el Estado para la producción de papel, lo cual imponía a los diarios “no antagonizar con el gobierno”.



El informe mencionó los casos de Jacobo Timerman, “torturado, privado de su propiedad” que seguía preso aunque lo había juzgado y absuelto la justicia militar, mientras su diario era dirigido por un general del Ejército; Rodolfo J. Walsh, secuestrado al día siguiente de difundir una Carta Abierta que constituye “la más poderosa y detallada denuncia del gobierno aparecida desde el golpe”; y el secuestro de diez madres de Plaza de Mayo en la iglesia de la Santa Cruz, que “pocos medios quisieron cubrir”. El 13 de octubre de 1978, cuando el informe fue presentado a la asamblea de la organización en Miami, La Nación anunció que ADEPA había rechazado el premio SIP Mergenthaler, ofrecido en forma colectiva “a los periodistas argentinos que por defender la libertad de prensa han muerto, desaparecido o sufrido encarcelamiento y persecución”. Según Clarín, los asistentes argentinos dijeron que su aceptación “contribuiría a la campaña lanzada por ciertos elementos de la prensa internacional para denigrar” a la Argentina. El artículo destacó un párrafo del documento sobre algunos “signos alentadores”. Entre ellos mencionó “la concesión a las empresas periodísticas de créditos a largo plazo para la adquisición de papel”, convirtiendo en positivo lo que el documento había calificado como motivo de “graves reservas”. Dos años después, en 1981, cuando la SIP y la Universidad de Columbia confirieron a Timerman el premio María Moors Cabot, los directores de Clarín y La Nación, Ernestina Noble y Bartolomé Mitre, devolvieron los suyos. En la Asamblea de la SIP de ese año, el ideólogo pro dictatorial José Claudio Escribano pronunció un discurso descalificatorio del colega perseguido y despojado. “No te pedían tanto, Claudio”, le dijo Timerman. Como ningún medio ni entidad de la Argentina retiró la placa de homenaje a los periodistas desaparecidos, la SIP la colocó en su sede central, en Miami. En 2000, cuando se trasladó a un nuevo edificio, en la misma ciudad, también la placa desapareció.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Maradona x Dolina

"¿Sabe por qué defiendo a Maradona? Por personas como usted"

En "La Venganza" de anoche mismo, Alejandro Dolina, ante el mensaje de una oyente, se expidió con vehemencia sobre el Maradonagate. Transcripción del diálogo y posteriores reflexiones:

"Una oyente dice: 'Estimado Dolina, ¿ya no defiende más a Maradona? ¿O acaso ya no hay ningún Sargento Cruz? Vea: Ud. ayudó a alimentar al monstruo que tan bien nos hace quedar ante la prensa mundial. Cordialmente. Ingrid Hammer'.

Mi respuesta es SÍ. Yo he resuelto -después de un extravío- bancar a Maradona en esto. ¿Sabe por qué? Por personas como usted. La indignación burguesa que sucedió al exabrupto de Maradona fue totalmente patética y asqueante. Un mundo totalmente hipócrita, el mundo de la radio, donde se escucha eso mismo que Diego dijo bajo emoción violenta, pero libreteado (y en la televisión ni hablemos), ese mundo se indignó. Esos tipos se indignaron. Y esa indignación burguesa me hace ponerme inmediatamente en la vereda de enfrente.

Y lo que un tipo dijo, obnubilado por el momento, por la emoción, por su propia historia, y por su propia condición, después fue repetido ad nauseam por todos los noticieros, con subrayados, subtitulados, duplicaciones, ampliaciones y circulación por Internet, por tipos que no estaban ni obnubilados, ni en estado de emoción violenta, ni perturbados por ninguna cosa, sino que lo planearon diecinueve mil veces. Esos tipos ahora se ponen en la superioridad moral de preguntarme a mí si lo defiendo a Maradona. Bueno, sí, lo defiendo. Si es contra ustedes, lo defiendo. Lo defiendo totalmente.

Y eso de "que tan bien nos hace quedar ante la prensa mundial"... ¡Cipayos provincianos que quieren quedar bien con sus supuestos amos europeos! ¡Yo no tengo ningún interés en quedar bien ante la prensa mundial! ¡No es ésa nuestra obligación! ¿Qué tenemos que quedar bien ante nadie? ¿Ante quiénes? ¿Ante gobiernos que aniquilan a sus enemigos? ¿Ante quién tenemos que quedar bien? ¿Dónde esta la Fiscalía del Universo? ¿Dónde está la reserva moral de la Humanidad? ¿En Estados Unidos? ¿En Europa? ¡Déjeme que me muera de risa, Ingrid Hammer!

Y otra cosa: muchas veces, pero muchas, en los medios se dicen cosas muy interesantes. Yo he escuchado casi revelaciones, a veces, dichas por tipos a los que yo admiro mucho. A veces son intelectuales, como, no sé, el finado Casullo, o Dubati, o José Pablo Feinmann, tipos que realmente tienen un pensamiento interesante. Otras veces son artistas, o incluso locutores, del calibre de Larrea, o de Carrizo, tipos que por ahí dicen cosas que te hacen decir "pero mirá que bien pensó éste". Bueno, a esos NUNCA, nunca los vi duplicados en los noticieros, con subtitulados y subrayados. No los vi nunca porque a esta gente no le interesa el pensamiento ni la inteligencia, le interesa la BASURA. Y entonces Maradona dice esto y ellos lo repiten ciento diez mil veces. Eso es un asco.

Así que ¿a qué jugamos? ¿Qué es esto? ¿Qué es esto de indignarse, de enojarse y de sorprenderse? Lo dice un Senador de la Nación, y es un piola. Lo dice Maradona, y aparece todo el racismo, todo el desprecio por los pobres, aparecen los de siempre, los muchachos de siempre, a indignarse: ¡oh, la cultura! ¡Nuestro embajador! ¿Qué embajador? Es Diego Maradona, viejo. Los que tienen que ser cultos son ustedes, no él. Él tiene que dirigir la Selección de Fútbol, y si lo eligieron a él, bueno, es ése, y no Pancho Ibáñez.

Así que sí, lo defiendo a Maradona. Ante usted lo voy a defender siempre".


Joaquin Daniel Castaño




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jueves, 29 de octubre de 2009

"SOMOS MÁS, PAGAMOS MÁS"

¿Porque los usuarios de MOVISTAR pagamos más?
Los usuarios prepagos de la compañía Telefónos Móviles S.A, empresa de Telefónica Argentina (de España), es decir MOVISTAR somos los perejíles de turno, tanto los usuarios de Claro y Personal, tienen beneficios como usuarios prepagos. Es decir recargan su crédito y obtienen la posibilidad de usar dicho equipo. Contando con números libres ("números FREE"), en el caso de CLARO tienen 3 números gratis (de la misma compañía), con Personal es un número para mandar SMS ilimitados y un número para llamar ilimitado. En tanto los usuarios de "LA  COMUNIDAD  MOVISTAR"  tenemos el equipo de adorno, ya que si querés hablar o enviar SMS "nos rompen el c..."
Yo pasé mi equipo de un abono "comunidad" al servicio "Activa", es decir de abono al prepago, y cada vez que lo miro fijo me cobran!!! No puedo llamar ni enviar SMS porque es un robo a mano armada las tarifas que cobra MOVISTAR.
Estoy bastante indignado por esto, como es evidente. Mi próximo paso es difundir este E-mail por todos los medios posibles (cadenas de mails, blogs, twitter, facebook, etc)
Si no existe regulación de los servicios de telefonía móvil, voy a hacer lo que esté a mi alcance para molestarlos.
Y después obviamente, cambiarme de compañía.
Sé que todas las cadenas son un poco molestas, por esto pido disculpas, si estás en una situación parecida, por favor difundí lo que te pasa o reenvía este mensaje,
si conocés a alguien que esté en una situación como esta, por favor, también difundí esto.
GRACIAS....
--
JOAQUIN DANIEL CASTAÑO.

martes, 13 de octubre de 2009

Mitos y leyendas urbanas....

Sobre los mitos y leyendas que se transmiten por internet, buscando un poco en la web, encontré este blog que resulta esclarecedor y por eso mismo interesante, si desean difundirlo estaría muy bueno y aportaría para que deje de circular tanta bobería y basura de gente que no tiene nada que hacer que recolectar direcciones de mails de gente ingenua que retransmite todo lo que le llega y dice "reenviar".
Este sitio se ocupó de recolectar y seguir todos los textos que llegan comúnmente por e-mail y verificar su veracidad.

http://www.mailsverdaderos.blogspot.com/

viernes, 9 de octubre de 2009

MOVILIZACIÓN FRENTE AL CONGRESO!

A las 17 hs Por una nueva ley de servicios audiovisuales de la
democracia! No a los monopolios y las campañas de desinformación de
los grandes medios. Cómplices de la dictadura y lo peor de la derecha!

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JOAQUIN DANIEL CASTAÑO.
visita: http://elchichilo.blogspot.com
twitter.com/joaquincastano
jcdaniel_ar@yahoo.com

jueves, 8 de octubre de 2009

Trabajadores del diario Critica en una solicitada

Trabajamos en
> Crítica de la Argentina y apoyamos la ley de Medios
>
>  -Porque es inadmisible que unos pocos grupos económicos concentrados manejen el 80 por ciento de la comunicación audiovisual de la Argentina, lo que genera un oligopolio mediático que atenta contra el derecho a la información.
>
>
> -Porque se basa en los 21puntos que desde hace cinco años viene reclamando la
> “Coalición para una Radiodifusión Democrática” integrada por más de trescientas organizaciones sociales de todo el país.
>
>
> -Porque deroga el decreto-ley de la dictadura militar, modificado por el
> menemismo como una forma de controlar y monopolizar la información, y lo reemplaza por una ley antimonopólica que surge del sistema democrático.
>
>
> -Porque la diversidad mediática otorga más fuentes de trabajo y abre un abanico
> de voces. En ese sentido, rechazamos la idea de que se está con el Gobierno o se está con Clarín: así como las empresas privadas no deben manipular la información a favor
> de sus intereses, los medios públicos deben tener independencia del Ejecutivo.
>
>
> -Porque somos periodistas, fotógrafos, diagramadores, diseñadores, correctores, entre
> otros, que desarrollamos tareas en un medio de comunicación, e involucrarnos en este debate con libertad de conciencia nos resulta imprescindible.
>
>
> Por todo esto, los abajo firmantes, miembros del staff de Crítica de la Argentina
> expresamos nuestro apoyo, en general, a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
>
> Alejandro Agostinelli- Pablo
> Alabarces - Cristian Alarcón - Germán Alemanni - Daniel
> "Sueco" Álvarez - Norberto Baruch - Juan José
> Becerra - Alicia Beltrami - Alejandro Bercovich - Bruno
> Bimbi - Eduardo Blaustein - Esteban Bogado – Jesica Bossi-
> Gastón Bourdieu - Hernán Brienza - Pablo Bruetman -
> Andrés Burgo - Hernán Buzzella - Tomás Canosa - Martín
> Caparrós - Nelson Castelli - Agustín Colombo - Stella
> Córdoba - Nicolás Correa - Pablo Corso - Washington
> Cucurto - Laura Eiranova - Jorge Estebenet - Mauro Federico
> - Matías Fernández - Roberto D. Fernández - Andrés
> Fidanza - Guadalupe Gaona - Diego Genoud - Luciana Geuna -
> Maxi Goldschmidt - Leni González - Rodolfo González Arzac
> – Gabriela Granata- Emiliano Gullo - Florencia
> Halfon-Laksman - Luis María Herr - Belén Ianuzzi - Mariano
> Jasovich - Natalia Laube - Leonel Lenga - Ángela Lerena -
> Diego Levy - Josefina Licitra - Julio López - María
> Fernanda Mainelli - Juan Maizares - Diego Mancusi- Claudio
> Mardones - Mariano Martín - José Medrano - Fabiana Moret -
> Adriana Muñoz - Fernanda Nicolini - Martina Noailles -
> Sergio Olguín - Rodolfo Palacios - Guillermo Paltrinieri -
> Diego Paruelo - Virginia Passini - Marcelo Pavazza -
> Sebastián Penelli - Nicolás Peralta - Patricio Pidal -
> Martín Pietruszka - Gustavo Pujol - Carolina Ricaldoni-
> Guillermina Ríos Ereñú - Federico Rivas Molina -
> Magdalena Rodríguez - Javier Romero - Leandro Sánchez -
> Diego Sandstede - Rafael Saralegui - Eugenia Saúl -
> Candelaria Schamun - Diego Schurman - Federico Sierra -
> Tamara Smerling - María Sucarrat - Octavio Tomas - Roka
> Valbuena - Gabriela Vulcano - Alejandro Wall - Ariel Zak -
> Claudio Zlotnik

jueves, 1 de octubre de 2009

DIARIO SOBRE DIARIOS....

Una excelente herramienta para quienes quieren leer y entender mejor los tratamientos de las noticias que hacen los principales Diarios de tirada nacional. El sitio muestra los titulares y sus comparaciones con otros, tiene diferentes secciones y un apartado que vale la pena visitar. Se llama Zona Dura. Allí se ve un informe muy completo sobre Clarín. Objetivo, minucioso, que sirve para contextualizar mejor lo que se está viendo por estos días en relación a la tan mentada "Ley de Medios"
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JOAQUIN DANIEL CASTAÑO.
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Zaffaroni habló de los menores y cuestionó la "dictadura de medios"

Por Ramón Indart (*)

"A nadie le interesa prevenir, sino la forma del ejercicio del poder". De esa forma comenzó el discurso acerca de menores y delincuencia el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni, ante estudiantes de Ciencias de la Comunicación de la UBA.

Ante un auditorio completo, el juez se refirió al manejo político de la inseguridad que realizan los medios de comunicación, al grave error que causaría una baja en la imputabilidad, a la estereotipación de los delincuentes, y a las posibles soluciones.

Zaffaroni explicó que "la incidencia de adolescentes menores de 18 años en materia de delitos violentos, homicidios, es baja y de menores de 16 es casi nula". Para ejemplificar, consideró que en los últimos cinco años hubo dos o tres casos de homicidio por parte de adolescentes en la Ciudad de Buenos Aires. "La incidencia real de niños y adolescentes en delincuencia violenta es poca. (Para la sociedad) son molestos y eso ofusca a todo el mundo: policía, vecinos, etc", analizó.

El juez explicó que lo complicado en la Argentina es qué hacer con los menores de 16, ya que "formalmente no se le aplica penas" y se le imponen castigos "cuando se le da la gana a la Justicia".  En tal sentido, no se trata de subir o bajar la imputabilidad, sino de bajar hasta los 14 años la procesabilidad: "No podemos permitir que se impongan penas sin procesos. Peor situación para estos pibes hoy en día no puede haber. Están indefensos frente al sistema punitivo. El menor debería tener un proceso penal como todos", explicó el juez.

Crítica a los medios. "La proyección de la delincuencia en los medios masivos es de central importancia política", evaluó Zaffaroni. "Se utiliza una técnica de Gobierno a través del manejo de miedos -a la enfermedad, a la delincuencia organizada, el terrorismo-, y casi residualmente, cuando no hay otra fuente temible que mostrar, se cae en la delincuencia juvenil", señaló.

En ese sentido, consideró que "la comunicación televisiva es una constante publicidad donde el único método para solucionar esto es el violento". Estas prácticas "establecieron un discurso parecido a una dictadura de medios. Antes era el stalinismo, el fascismo, controlando la comunicación masiva, ahora es a la inversa". Y agregó que esta atemorización mediática hace que "el político que se aparte del discurso único de los medios sea considereado enemigo público y aliado de la criminalidad. En estos casos los aliados serían los jueces".

Clases sociales. Zaffaroni denunció el hecho de que "el sistema penal es selectivo y clasista en todo el mundo" y esa selección "es una imagen que crean los medios masivos". De esta manera "el control social cae sobre los jóvenes y adolescentes".

Acerca de los que piden penas mayores para menores, Zaffaroni dijo que "no saben que dicen. Si el nene en la casa le pega un martillazo en el pie a la abuela no se llama a la policía, sino que se lo manda al psicólogo".

Explicó además que fue comprobado que "la institucionalización tiene efecto deteriorante en los adultos. Entonces, cuando se está en una etapa evolutiva, tiene incidencia mucho mayor".

(*) Redactor de Perfil.com.


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miércoles, 30 de septiembre de 2009

Mail desde Movil

Desde las 1430 en radio nacional (AM870) Un programa especial sobre la ley de medios.
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martes, 29 de septiembre de 2009

La patria se derrumba despacito...

La Argentina está al borde del abismo. La catástrofe se cierne y amenaza. La patria se derrumba –pero muy despacito. Estoy dispuesto a hacer la apuesta: o está pasando algo muy incomprensible –algo que sólo unos pocos poderosos saben– o dentro de un mes vamos a vivir en un país que será la suma de Ruanda, Honduras y Bolivia con una leve dosis de Chechenia y unas gotas de Colombia on the rocks.

–¿En serio le parece, Caparrós?

–¿Que si me parece? Espere y vea.

No hace falta decir lo poderosa que es la prensa para crear percepciones y sensaciones colectivas. Tampoco, cuál es el grupo que domina la prensa en la Argentina. Y menos aún cuán importante es, para ese grupo, que no le toquen los negocios. El gobierno acaba de manotearle uno de los grandes a la Corporación Clarín y eso, sospecho, lo pagaremos entre todos. No sólo por los famosos 600 millones sino, más que nada, porque, a menos que el grupo de marras haya cambiado mucho su forma de funcionar y de hacer periodismo, se viene, en los próximos meses, una ofensiva noticiera tremebunda. Donde los crímenes sangrientos serán más sangrientos que nunca, los empresarios desconfiados desconfiarán en titulares temblorosos, los reproches de Macri o De Nárvaez o Carrió serán credo en sus radios, los hospitales desprovistos no tendrán ni una gasa en telenoche e incluso, quizás, algún valeroso periodista se lanzará a investigar y al fin descubrirá que la administración del fútbol argentino cometió ciertos ilícitos.

Decía que pagaremos todos con la sensación de que estamos pasándola mucho peor que lo mal que la estamos pasando. La Corporación ya lo ha hecho más de una vez; lo hace, en realidad, en diferentes grados, todo el tiempo: intenta manejar la temperatura de la opinión pública, y tiene poder de fuego suficiente y nos convence, consigue convencernos. Entonces, la tristeza: si creemos que estamos mal vamos a estar cada vez peor, preocuparnos, sufrir, hacer cagadas. Ya hubo algún vienés que escribió, hace casi cien años, sobre la profecía autocumplida. Y todo porque al gobierno se le ocurrió una idea.

–¿Una idea, dice, mi estimado? Qué momento especial, qué extraordinario. ¿Dónde, cuándo celebramos?

–No sea gorila, López. Se les ocurren ideas todo el tiempo. Y las aplican todas ahí nomás, al toque, a ver si alguna cuela.
 
Si te intereso, continúa leyendo este artículo en...:

lunes, 28 de septiembre de 2009

Se fue de Clarín y ahora cuenta los secretos del grupo

diario de guerra, el nuevo libro del periodista claudio díaz
28.09.2009
Un día, Claudio Díaz renunció a su trabajo en el diario Clarín. Y ese portazo –personal, quizá político– sigue resonando en su libro Diario de guerra, una encendida diatriba contra “Clarín, el gran engaño argentino”, tal como lo señala en el título que adelanta el tono general de la obra. Pero, antes, Díaz había escrito el Manual de antiperonismo. “Eso no cayó bien en el diario porque mencionaba a periodistas de Clarín como Julio Blanck y Walter Curia en ese contexto”, dice Díaz en diálogo con Crítica de la Argentina. “A partir de ahí, la relación se deterioró y, luego, para algunas notas, me pedían que escribiera a favor de ciertos hipermercados, o en la cobertura de un acto peronista me decían:`Mostrá el aparato y hacele decir a alguien cuánto le pagan por ir’”. Díaz –que se desempeñaba como periodista del área de suplementos zonales del diario– se fue, denunciando aprietes y censura de parte de sus editores. El libro de Ediciones Gárgola promete “miserias y secretos del grupo contados por un periodista censurado”. El autor prendió el ventilador al comenzar a escribir su libro y no lo apagó hasta el final. Allí señala que la “mediocracia” es un nuevo sistema de dominio que funciona en base a la manipulación de información, difamaciones y extorsiones variopintas. “Yo creo que cada periodista antes de escribir tendría que aclarar, por honestidad moral, desde qué sector político lo va a hacer. Porque eso del periodismo independiente es una falacia absoluta. En los suplementos zonales de Clarín invitaban a los intendentes a almorzar para garantizarse publicidad oficial y después a la redacción nos pedían que buscáramos los trapitos sucios de esos mismos municipios”, dice Díaz. En el libro da algunos ejemplos históricos, pero, sobre todo, focaliza su discurso de denuncia analizando títulos y coberturas del diario Clarín, al que atribuye un particular encono con el peronismo y con el movimiento obrero en general. También aporta algunos datos acerca de los vínculos del diario de Noble con Rockefeller, Kissinger y Soros; y se detiene especialmente en los negocios de este último con José Aranda, quien además de ser vicepresidente del grupo es uno de los principales productores de arroz del país (el lector colóquelo en el orden que prefiera). Y comprime las últimas páginas del libro para meter en la misma bolsa bajo el mote de “los auténticos decadentes” a periodistas e intelectuales como Sarlo, Aguinis, Caparrós, Escribano, Morales Solá, Halperín Donghi… y siguen las firmas. Por estos días, el autor de Diario de guerra tiene su agenda llena de compromisos en charlas y conferencias.
►publicado en criticadigital.com

martes, 22 de septiembre de 2009

“La ley no impacta sobre la programación”

DAMIAN LORETI, VICEDECANO DE CIENCIAS SOCIALES DE LA UBA

Participó, desde el ámbito académico, en el proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Explica, entre otras cosas, cómo funciona la autoridad de aplicación en otros países y los cambios que podría o no haber en la programación si la iniciativa es sancionada.





 Por Adriana Meyer. Página12.



Es semana de elecciones y en los pasillos de la facultad, que bullen de activismo militante en todos los claustros, lo paran cada cinco minutos. "La ley no impacta sobre la programación ni fija criterios estéticos, nada va a desaparecer. Habrá amplificación de la oferta, mayor transparencia sobre las condiciones de adjudicación, lo que se comprometieron a brindar, quiénes son los dueños y la publicidad oficial asignada. Argentina tiene sólo ocho ciudades con más de una oferta de televisión abierta, eso va a cambiar", dice Damián Loreti, vicedecano de Ciencia Sociales de la UBA, sobre el nuevo escenario que abrirá la ley de medios.


Sus títulos de doctor en Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, de titular de la cátedra de Derecho a la Información de la UBA y de la de Derecho a la Comunicación de la UNLP los resumen de esta manera tanto sus colegas como sus adversarios: es una de las personas que más sabe en el país en esas materias. Cuando no está en la vorágine de la política universitaria y la actividad académica va a nadar, lee policiales negros o libros de historia, y escucha a jazz (John Coltrane, Thelonious Monk o Miles Davis) o clásica. "Milité en la Juventud Peronista cuando estudiaba y ahora en Carta Abierta", dice cuando Página/12 le pregunta sobre su ideología.


–¿Cuál fue el embrión del proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual?


–Empecé a trabajar con la Ley de Radiodifusión cuando fui asesor del diputado Enrique Paz (PJ Jujuy) en el año '88, él era de la Federación Argentina de Prensa, de la cual fui luego abogado, y también fui abogado del Sindicato de Televisión. Vengo trabajando hace muchísimo en los temas de radiodifusión y libertad de expresión. Cuando salió el decreto 527 (que prorrogó las licencias) era director de la carrera de Comunicación y sacamos una de las primeras declaraciones en contra, he trabajado con el CELS, soy miembro de su comisión directiva, y en temas de libertad de expresión fijamos posición crítica muchas veces.


–¿Usted es uno de los autores del proyecto?


–Me llamó (el interventor del Comfer) Gabriel Mariotto. Fui consultado en muchísimas cosas, pero la decisión de los contenidos y la redacción final quedó en manos de Mariotto, su equipo y luego imagino que Legal y Técnica. El texto responde a lo que muchos pensamos en la facultad. La carrera de Comunicación participó en la fundación de la Coalición por una Radiodifusión Democrática y la carrera y la facultad por resolución de su junta asesora y del consejo directivo adhirieron a los 21 Puntos.


–Luego de aprobar la ley, en el recinto cantaron la marcha peronista, y la diputada radical Silvia Vázquez pidió que otro grupo gritara con ella "Alfonsín, Alfonsín". ¿El espíritu de esta ley nació en esa época?


–Francisco Delich dijo que apoyaba en general la ley en memoria de Alfonsín. Silvia Vázquez hizo lo mismo. Esto abreva del Consejo para la Consolidación de la Democracia, del proyecto de Paz-Felgueras (PJ-UCR). Luego otro antecedente es el de Cositmecos, o el de Rafael Flores o el de Carbonetto-Stolbizer. Pero la matriz del proyecto actual la anclaría en la necesidad de entender a los medios de comunicación en la línea del Convenio de Protección de Diversidad Cultural de la Unesco que toma el Parlamento Europeo cuando hace la directiva europea para los servicios de comunicación audiovisual. También abreva bastante del derecho comparado bien actualizado en línea de recoger buenas experiencias de otros lugares, desde los derechos del público o los mecanismos de control antimonopólico en Estados Unidos, cosas vinculadas con protección de identidad del modelo canadiense, o las cuotas de películas de la legislación francesa. También la protección de adolescentes y niños.


–¿Cómo es la autoridad de aplicación en otros países?


–Suele tener predominio del Poder Ejecutivo, en los mecanismos de elección o en las propias personalidades que lo integran. Hay que diferenciar si son regímenes parlamentarios o no. En Estados Unidos los propone el Presidente, no tiene que haber más de tres del mismo partido, tiene un ciclo de rotación y al presidente lo nombra el presidente de la nación. En Uruguay son tres miembros, todos a propuesta del Ejecutivo, pero se respeta la minoría parlamentaria. En Chile hay una lista cerrada, pero el Ejecutivo propone al presidente, que dura 30 días más que él en el cargo para hacer la transición, y hay ocho miembros propuestos por el Ejecutivo en lista completa, que requiere aprobación del Senado. Si hay alguna objeción se rechaza toda junta. En México, el área depende de la Secretaría de Comunicaciones. En Canadá tiene una impronta más parlamentaria, pero porque tiene un gobierno parlamentario.


–¿Quedaron contemplados los pequeños radiodifusores a los que les han secuestrado equipos, que han estado en condición precaria por décadas?


–Hay instancias de solución de controversias por el uso del mismo canal, y una previsión de reserva de frecuencias. Pero no se hace una amnistía, los que estaban clasificados como clandestinos seguirán en esa situación. Hay mecanismos de solución, los que no pudieron ser regularizados.


–¿Por qué no se pudo llegar a esta instancia en 26 años?


–No tengo esa respuesta. Con tomar los diarios de la época de la presentación del proyecto del Consejo para la Consolidación de la Democracia, las críticas que recibió Alfonsín, los comentarios de los diarios en 2001, cuando Gustavo López quería mandar el proyecto, notas diciendo "amenazan con enviar la ley de radiodifusión" como si enviar una ley fuera un castigo, o la crítica permanente de "no se puede en un año electoral, no se puede en un año preectoral", cuando en Argentina todos los años son lo uno o lo otro. Siempre pensé que el mejor momento para enviar un proyecto eran los tres meses posteriores a una elección. Y después mire los diarios de este año. Alguien decía que las cosas se cuentan solas.


–Alguien también dijo que el lobby mediático siempre pudo más que la voluntad política de los gobiernos. ¿Eso cambió?


–Silvia Vázquez dijo que cuando (Fernando) De la Rúa mandó el proyecto bajaron a la reunión de comisión sólo Pedro Calvo y Luis Brandoni. No tengo memoria de una sesión parlamentaria en la que se haya analizado el rol de los medios, de la política y los medios, la democracia. Lamento la ausencia de la oposición porque hubiera aportado a la ley.


–¿En qué medida fue estratégica la aceptación de modificaciones?


–El Gobierno entendió que esta ley necesitaba el mayor consenso posible. Sin perjuicio de ello, tanto Guillermo Mastrini como Martín Becerra lo han planteado y coincido, queda un flanco que cubrir. El reconocimiento de operadores que aunque no sean los dueños de los contenidos son los conductos para llegar a los contenidos tiene una gran influencia.


–¿Se refiere a las telefónicas?


–Sí, a las "telcos", al no estar en la ley y ser ductos de contenidos hay que mirar rápidamente qué pasa con las telecomunicaciones. Hace falta plantearse un modelo de industria convergente, de la mano de la ley de medios. A mi criterio, el Sistema Interamericano de Derechos Humanos al equiparar los medios en términos de universalidad de actores, privilegia la protección del contenido independientemente de los ductos, o del continente. Lo que hay que hacer es generar instancias de pluralismo, y si uno no prevé cómo se saltan los cuellos de botella que generan los monopolios de los ductos tiene que establecer, como hizo Estados Unidos al revisar los procesos de concentración, instancias de pluralismo dentro de ese mismo ducto para propiciar la mayor oferta posible.


–El borrador inicial no contemplaba la manera de sostener económicamente a aquellos nuevos licenciatarios de pocos recursos nacidos de la desmonopolización. Es decir, gané la licencia, pero no tengo cómo sostener su explotación. ¿Esto fue modificado?


–Es debatible si la ley tiene que prever el funcionamiento de medios privados. En los '90 algunas radios libres de Francia que vivían de la publicidad del Estado dijeron 'esto algún día se va a terminar, o nos vemos coaccionados'. Finalmente se agregó un tope a la publicidad oficial en el proyecto. En algunos lugares de Europa existen leyes de fomento al pluralismo, que no tiene que ver con la publicidad oficial. Y en algún momento quizás haya que dar ese debate. Los relatores de libertad de expresión plantean la necesidad de que existan fondos que permitan sobrellevar el salto tecnológico digital por parte de los medios públicos y de las entidades sin fines de lucro.


–¿Por qué los actuales dueños de los medios no armaron su proyecto con la oposición? ¿Su objetivo es que no haya ley?


–No tendrían iniciativa, no tendrían claro qué hacer, o hay quienes piensan, y es una posición honesta, que la mejor ley de medios es la que no existe y lo que tiene que hacer el Estado es regular la asignación de licencias en base a subasta, con las reglas del mercado.


–¿Y cómo sale la libertad de expresión de esas experiencias?


–Owen Fiss tiene una frase contundente al respecto, plantea que al Estado se lo puede pensar como amigo de la libertad de expresión, pero en realidad el libre mercado de ideas no reconoce necesariamente al pluralismo. Me interesa destacar que la ley establece cuotas pero no hay ningún artículo dedicado a la calidad de los contenidos informativos que se puedan difundir; las sanciones previstas no tienen que ver con contenidos. Sólo hay cuotas de programación local o nacional y cumplimiento de horario de protección al menor. No hay ningún artículo vinculado con restricciones a la calidad, cantidad, naturaleza de la información, oportunidad, veracidad, información responsable o cualquier otra que implique una afectación a la libertad de expresión. Esto no quita que algunas expresiones deban ser sancionadas, y da para muchísimos debates, como el discurso del odio o discriminatorio o sobre la imagen de la mujer, porque el Estado está obligado a hacerlo por los Convenios Internacionales. Pero debe pensarse en mecanismos de autorregulación que no deben ser tomados por el Estado.


–¿Habrá juicios, medios que quiebren y despidos?


–Los Tratados de Inversión, en la medida en que no sean denunciados, existen y no se les pueden oponer normas de derecho interno. Hay países que hacen reserva para los medios, como Estados Unidos. Eso ya está contemplado en la Ley de Industrias Culturales. No imagino medios del interior cerrando porque tengan que tener cuota de producción local, y hay un período ventana para que se acomoden. Los sindicatos de trabajadores de medios trabajaron a favor de la ley. Me cuesta creer que los trabajadores acompañen algo que genera pérdida de empleos. Hay plazos para el establecimiento de la autoridad de aplicación, para la convocatoria de los Consejos Federales y lo mismo con la autoridad de los medios públicos.


–¿Cuál es el perjuicio real para los actuales dueños de medios?


–Los límites a la concentración. Cumplir cuotas de programación no te lleva a la quiebra.


–¿Pero sí a desprenderse de unas doscientas licencias?


–Esa es otra discusión, jamás vi esos expedientes. Si tienen más de un servicio complementario en la misma área de cobertura, la ley actual no lo permite. Ignoro sobre qué base hacen las cuentas. Si alguien tiene dos cables en la misma ciudad, o dos servicios codificados en la misma ciudad, o uno y uno, son dos servicios complementarios del mismo titular y la ley actual no lo permite.


–¿En cuánto tiempo habrá una pantalla y un dial diferentes?


–La ley no tiene nada que obligue a cambiar la pantalla, salvo cuotas de programación propia local e independiente. Pero no hay nada estético vinculado con esto. Habrá que ver las directrices que sugiera el Consejo de los adolescentes y los niños, debería haber un cambio inmediato en los medios públicos, donde sí hay cuestiones más firmes vinculadas al pluralismo, participación de diferentes sectores, etc. Debería notarse en algunos lugares la amplificación de la oferta, y respecto a todos una transparencia mayor sobre las condiciones de adjudicación, la programación que se comprometieron a brindar, quiénes son los dueños, cuál es la publicidad oficial que tienen asignada. La Argentina tiene sólo ocho ciudades con más de una oferta de televisión abierta, eso va a cambiar en la medida en que haya una vocación de expansión de las reservas de frecuencias. Si no el pluralismo es del que tiene la plata para el cable, o tener una oferta de un canal local a veces sin producción independiente.


–¿Determinado canal de noticias de cable va a desaparecer o las radios dejarán de pasar la música que pasan?


–No tiene asidero ese planteo. Nada de eso desaparece. La ley no impacta sobre la estética o la programación. No entiendo la pregunta.


–Algunos grupos mediáticos deberán desprenderse de señales de cable porque sobrepasan los topes establecidos por la ley.


–En ese caso la señal que no quieren que desaparezca puede ser con la que elijan quedarse.


viernes, 18 de septiembre de 2009

RADIO. LOS PEORES MONSTRUOS INTERIORES. DIEGO CAPUSOTTO Y SU PERSONAJE ARNALDO PÉREZ MANIJA.

ESCRIBE CARLOS ULANOVSKY
SEGURAMENTE INSPIRADO EN UNA CLASE DE OYENTE RADIAL FUNDAMENTALISTA Y AUTORITARIO, EL NOTABLE CAPUSOTTO ACIERTA NUEVAMENTE CON SU SKETCH “¿HASTA CUÁNDO?” Y SU PERSONAJE ARNALDO PÉREZ MANIJA.

Así como la legión de llamadores fieles suele apuntalarnos con frases como “Sigan así” o “Siempre los escucho”, hay muchos otros intolerantes que todo el tiempo se hacen presentes con propuestas de furiosas soluciones finales, de cortes de cabezas y de echar más leña a la calentura de todos los días. Vaya uno a saber de qué usinas despóticas proceden; si se cortan solos (de puro fachos que son) o si actúan como mandaderos de oscuros intereses, como representantes auténticos del PCPM (Partido Cuanto Peor Mejor). Esa clase de oyente existe: se aprovechan de la gran libertad expresiva que supimos conseguir, pero también del relativo anonimato que supone dejar un mensaje en un contestador con sólo decir “Juan de Palermo”.

En esta caricatura descansa el enorme hallazgo de observación del humorista y su libretista. Pero ese hallazgo se agiganta todavía más cuando presenta a la otra cara de la misma moneda, el conductor, el periodista, el locutor que consiente, el emisor troglodita que, por un puñado de rating, elige como eje casi único de su comunicación diaria todo lo que nos conduzca a la frustración y al caos. En un punto, oyente agorero y conductor estimulador de catástrofes cotidianas son simétricos. Hay un “todo mal” mediático que termina por contagiar y que nos conduce al bajoneo, a la falta de salidas, al miedo generalizado. La nueva y provocadora ficción de Capusotto y Saborido acierta también en caracterizarnos a todos. Porque, con una mano en el corazón, ¿quién no pensó o dijo, alguna vez, “si éste fuera un país en serio”?, ¿quién no cayó en la estigmatización con el sambenito de que “éste es un país de mierda”?; ¿quién, en un momento de desborde, no apeló al “¿Hasta cuándo?”?

En un momento del blooper capusottiano las noticias terribles inventadas del “¿Hasta cuándo?” empiezan a parecerse a algunas cuestiones de la realidad. Al pie de un mensaje horrible los oyentes –en un nivel de inconciencia temible– se despiden con un infaltable: “Muy bueno el programa”. Mientras tanto, Pérez Manija “manijea”: reporta más muertos, bancos que congelan sus depósitos, políticos corruptos y toda la gama de malestares posibles. El mundo que nos toca, la radio, que supo ser territorio de la magia, hoy es teatro de otros monstruos interiores. Y en cualquier jornada, a la vez número 150 que uno escucha la noticia de un robo, de un atropello, de una violación o del avance del dengue o de la gripe A, uno se siente un poco robado, atropellado, violado o enfermo. No digo negarlo, porque todo eso sucede, y más de lo que nos gustaría, pero a lo mejor no nos vendría del todo mal un poco menos de esta clase de –“¿Hasta cuándo?” dixit– “información que no sirve para nada pero te taladra la cabeza”. Al menos a mí.

Por Carlos Ulanovsky
Fuente: diario "Crítica"
Más información: www.critica.com.ar

"Lucy en la tierra con capusottos" se emite los fines de semana por FM Rock & Pop.

Más información: www.fmrockanpop.com

martes, 15 de septiembre de 2009

Carta al compañero Pino

°Publicado en Página 12®. Martes 15 de Septiembre 2009

Por Mempo Giardinelli




Estimado Pino: Aunque nunca nos vimos, estuve siempre cerca suyo, por lo menos desde La hora de los hornos. Lo acompañé después, cuando el antimenemismo. Admiré su cine, apoyé su gestión legislativa y hasta hice guardia en la vereda del sanatorio de la calle José Hernández cuando lo balearon cobardemente. Le escribo desde estos humildes pergaminos y desde la simpatía que me produjo su retorno a la política. Y aunque no vivo en Buenos Aires, probablemente hubiese estado entre los que alentaban su acercamiento a Carlos Heller para las elecciones del 28 de junio, que pudieron significar –de haber ido juntos– la sepultura del macrismo.


Estas líneas son para decirle que ahora tiene usted razón en casi todo lo que plantea en la tele: nacionalizar Telecom; garantizar que con los dineros públicos no se hagan negocios privados y muchas otras, casi todas sensatas, anheladas y compartibles. Tiene razón también al fustigar al kirchnerismo en sus desprolijidades, oscuridades y posibles corruptelas. Aunque yo creo que usted exagera cuando los compara con el menemato, porque no son lo mismo. Hay enormes diferencias y le voy a dar sólo tres ejemplos, para no abundar: los K fueron erráticos y desacertados con la propuesta del Tren Bala felizmente congelada (yo escribí en este diario al respecto), pero no fueron los que desmantelaron los ferrocarriles. Los K son esquivos y tienen doble discurso, pero a la Corte Suprema la adecentaron ellos, mientras que Menem instaló y mantuvo allí a una especie de pandilla adicta. Los K llevan adelante una política de Defensa ejemplar, como nadie llevó en este país en democracia. Y tenemos hoy una Ley Nacional de Educación que vino a sustituir la destructora Ley Federal de Menem, Decibe y García Solá.


Son más de tres ejemplos, y dejo de lado una política de derechos humanos como millones de compatriotas, y supongo que usted también, siempre quisimos por lo menos desde 1983. La cual es muchas veces más declarativa que efectiva, desde ya, pero innegablemente permitió avances extraordinarios en el más árido y dificultoso terreno de la recuperación democrática.


Por favor, Pino, no se le ocurra simplificar esto acusándome de kirchnerista, porque no lo soy. Tampoco formo parte de la Carta Abierta de intelectuales, ni tengo amigos en el poder, ni me deben ni debo favores. En 2003 no voté a Kirchner y en 2007 sí voté a Cristina, como lo hicieron millones de argentinos/as que ya veíamos el avance de toro furioso de una derecha conservadora que –lo viene probando– es capaz de decir y hacer absolutamente cualquier cosa.


O sea que le hablo –le escribo– como un simple compatriota, independiente a rabiar, ni sé si de izquierda, que tiene la posibilidad de hacer público su pensamiento. Y que se siente alarmado por lo que considera su ceguera, Pino. La suya y la de algunos de sus respetados compañeros más cercanos.


No se ofenda, que la ceguera no es insulto. Es simplemente la imposibilidad de ver. Y a mí me parece, dicho sea con todo respeto, que usted no ve por lo menos lo siguiente:


1. Que éste es un proyecto superador, aunque tenga puntos cuestionables. Hoy nuestro país tiene la oportunidad de sancionar un régimen nuevo, infinitamente mejor que el horrible mamarracho que es la ley de Videla. Le recuerdo, al respecto, que si usted y los que le responden no votan esta ley, de hecho y aunque quieran diferenciarse, serán responsables de que sigamos regidos por esa ley infame, la 22.285 de la dictadura.


2. Que a millones de compatriotras nos importa un pito la pelea entre Clarín y Néstor K. Pero sí nos importa que esta será una ley antimonopólica. Abre espacios a la participación de sectores marginados (y tiene usted razón en que por esa puerta pasarán las fundaciones de las grandes empresas, pero en la Argentina hay miles de fundaciones serias y honradas, dicho sea advirtiendo que la que yo presido no tiene el menor interés en ser de la partida). Pone límites como nunca los hubo, y aunque es verdad que es oscura la autoridad de aplicación, le recuerdo que hoy ni siquiera hay autoridad, pues lo que hubo hasta ahora fue un Comfer idiota. Protege a la infancia y la niñez. Fomenta el cine argentino y la producción nacional. Y respecto de las telefónicas, el tema parece haber quedado resuelto ayer.


Entonces, ¿cómo oponerse, Pino? ¿No se da cuenta a quién/quiénes va a favorecer el rechazo de esta ley? ¿Cómo van a hacer después sus diputados, una vez diferenciados del Gobierno, para diferenciarse de cívicos y republicanos que están más ciegos que Polifemo y que por desdicha no saben lo que hacen, escupiendo sobre sus historias y sus trayectorias?


¿Cómo es posible que el fanatismo anti K los lleve a coincidir con lo más reaccionario del país, esos sectores que siempre frenan el carro de la Historia? Y no es que los K signifiquen la modernidad –Dios libre y guarde–, pero ésta no es "la ley K" que dicen los cartelitos bajo los que usted habla en los muchos programas a los que ahora lo invitan. Esta ley es de cientos de organizaciones y de miles de personas y comunicadores que venimos luchando y haciendo docencia desde hace muchos años. Sería bueno que eso se respetara; que usted y los diputados que le son leales lo tuvieran en cuenta.


Porque es necesaria esta ley, aun con sus errores, Pino. Por más que usted tenga razón en casi todo lo que cuestiona, hay algo que es seguro: para el pueblo argentino nada va a estar peor con ella, y muchísimas cosas tendrán mejores posibilidades. Pero todo va a ser mucho peor si la rechazan.


Dios o el destino, o el ignoto Ojalá quieran que usted y los suyos no se equivoquen. Porque va a ser un error fiero. De consecuencias peores que cualquiera que usted imagine para este país después de esta ley.


Un saludo atento, respetuoso y cordial.


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JOAQUIN CASTAÑO
visita: http://elchichilo.blogspot.com

lunes, 14 de septiembre de 2009

Los dueños de la palabra: acceso, estructura y concentración de los medios en la América Latina del Siglo XXI



El próximo viernes 18/9 a las 19:15 hs. en el aula magna del Colegio Nacional de Buenos Aires (Bolívar 263, 1º piso), Margarita Stolbitzer, Mario Wainfeld y Damián Loreti presentarán el libro "Los dueños de la palabra", de Martín Becerra y Guillermo Mastrini.


La entrada es libre y gratuita



Sobre el libro






Después de constatar los altos índices de concentración de los medios e industrias culturales en América latina a partir del análisis de datos de comienzos del siglo XXI (publicados en el ibro "Periodistas y Magnates" de Guillermo Mastrini y Martín Becerra, Prometeo, 2006), el Instituto Prensa y Sociedad (IPyS) presenta un nuevo estudio, que permite descubrir las tendencias de la evolución del sector de la información y la comunicación, de su acceso y de su proceso de concentración.



El objeto del presente estudio son las industrias llamadas "infocomunicacionales", que incluyen a medios de comunicación, industrias de telecomunicaciones, Internet y a otras industrias culturales (editorial gráfica, fonografía y cinematografía). La investigación se ha realizado en Sudamérica y México. También se relevaron datos de España.



El libro revela que más del 82 por ciento de los mercados de información y comunicación en Iberoamérica se concentra en sólo cuatro operadores, en promedio. La misma medición respecto del dominio de mercado del primer operador en el conjunto de las industrias infocomunicacionales, asciende al 45 por ciento en promedio.



Estos indicadores expresan que muy pocos grupos infocomunicacionales, los "dueños de la palabra" concentran la mayor parte de la producción, edición y distribución de los contenidos (información y entretenimiento) que circulan en las sociedades latinoamericanas, condicionando de este modo la diversidad de voces a escala masiva. El libro enmarca el predominio de estos grupos en un sistema cuya estructura, regularidades y comportamientos principales examina comparativa y exhaustivamente.




AUTORES






Martín Becerra es profesor titular de la Universidad Nacional de Quilmes y de la UBA. Doctor en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), es investigador de CONICET. Como consultor de IPyS publicó, con Guillermo Mastrini, Periodistas y magnates: estructura y concentración de las industrias culturales en América Latina (2006, Prometeo).



Guillermo Mastrini es profesor titular de la UBA y de la Universidad Nacional de Quilmes e imparte cursos de posgrado en las universidades nacionales de La Plata, Córdoba, Quilmes y Buenos Aires. Como consultor de IPyS publicó, con Martín Becerra, Periodistas y magnates: estructura y concentración de las industrias culturales en América Latina (2006, Prometeo).
Joaquin Daniel Castaño jcdaniel_ar@hotmail.com jcdaniel_ar@yahoo.com



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¿Se puede o no?

Por Eduardo Aliverti



Suele ocurrir que cuanto más difícil resulta entender un episodio o problema, de cualquier índole, la respuesta adecuada sea la más sencilla. Lo complicado es que la elementalidad del diagnóstico suponga facilidad de solución. Una vez más, aquello de que lo difícil no es explicar la realidad sino modificarla.


Hay la lamentable sensación de que el insólito operativo en el Grupo Clarín concluyó por empiojar el debate sobre la ley de medios audiovisuales. Hablar de "debate" es en realidad demasiado pretencioso, porque esa palabra debería remitir a cierto piso de estatura profesional en la observación del objeto de estudio. Y lo que rige hasta ahora, por parte de los núcleos de poder que cuestionan el proyecto, es simplemente una crítica feroz apoyada en denuncias políticas que no logran justificar técnicamente. Una campaña salvaje, motorizada por la inquietud corporativa frente a los negocios formidables que se ven afectados, no es un debate. Es una disputa de correlación de fuerzas. Este punto es imprescindible para encuadrar lo sucedido la semana pasada. Y después, para resignificarlo de acuerdo con lo que hay en juego. Está clarísimo que Clarín es el principal beneficiado por esa asombrosa requisa impositiva, para cuya inoportunidad política no alcanzaría calificativo alguno. Aun cuando se contemplen los niveles de arrebato y ensimismamiento de que hacen gala los Kirchner, pensar que pudieron haber ordenado una cosa así, o que un descerebrado obró por las suyas bajo simple ignorancia del titular del organismo oficial, es afrentar al sentido común. Fuentes muy directas, de acceso presencial a lo que se vivió en Olivos el jueves a la noche, ya informaban de una maniobra de servicios de inteligencia en o desde las segundas líneas de la AFIP. Y después, un peine ¿complementario? de esa inferencia derivó en que se hablara de una pantomima financiada presuntamente desde fuera del organismo, aunque todavía sin clarificar ni la fuente de financiación ni el origen del despampanante poder demostrado. Le hicieron al Gobierno una cama de aquéllas, pero, muy lejos de atenuar la responsabilidad de los K, la agrava. Meterse sin más red que la confianza en sí mismos en una guerra de este tamaño, mucha más violenta que la del "campo" porque hay en danza el poder multimediático, es una irresponsabilidad enorme. Hace siete días, esta columna recaía en la pregunta de si el oficialismo tiene espaldas de amplitud y movilización para enfrentar a contendientes semejantes, así sean circunstanciales. Y frente a esta grosería de un batallón de inspectores en el corazón del bando contrario, sirviéndole en bandeja la victimización, cabe preguntarse cómo es posible que se les escape la tortuga de los servicios. Ya sea porque fue ahí desde donde se maniobró, o bien porque no supieron prevenir una jugada en la que intervino más de un centenar de personas. Hay aspectos incontrolables incluso calculándolos, como el vice Cobos usando su despacho para juntar a toda la oposición contra el proyecto. Una actitud repugnante, digna de un inmoral, elegido por las corporaciones de "prensa" como el candidato casi perfecto si no fuera por las reminiscencias delarruistas que porta. Eso no puede evitarse y desde una mirada especulativa hasta puede verse como favorable, porque sirve para ratificar y exponer a la tropa que se enfrenta. Pero la desidia a propósito de las maniobras serviciales es imperdonable. Que los hayan operado en esta forma habla pestes de cuánto hay en el kirchnerismo de muñeca política y capacidad de imprevisión.


¿Qué esperaban al encajarse, por las razones que fueran, contra los negocios de quienes conducen, virtualmente, la información y la agenda opinativa del país? Les sacaron el fútbol, les niegan la fusión del cable, les meten la norma japonesa para digitalizar y largan un proyecto de ley que les reduce al 35 por ciento la penetración de mercado. ¿Una batería así y descuidaron la SIDE? Nadie está exento de sufrir operaciones. Pero vaya con la diferencia entre no poder eludirlas por descuidos o yerros tácticos y carecer de una estrategia global. En esto último se incluye la mala, pésima, comunicación gubernamental para explicar con eficiencia las características de un proyecto sobre medios que ha sido una construcción mucho más vasta que la de oficinas oficialistas. Gente que lleva años trabajando en esto. Que tiene livianas o profundas diferencias con los K o con sus modos, pero que sabe separar lo principal de lo secundario. Gente que sabe entender a la mediática como la más decisoria de las estrategias en el engranaje de poder. No se puede rifar tanto trabajo dejando flotar el recelo de que ésta es nada más que una guerra contra Clarín. La incluye, desde ya, como abarca también a otros sectores a los que ese y otros medios sirven de parlante. Pero no puede acabar ahí. Hay que informar infinitamente mejor. Hay que desnudar las mentiras esparcidas por los afectados o los pusilánimes, a diestra y siniestra. Porque mienten cuando dicen que el Estado se quedará con todo, mienten cuando afirman que se pueden quitar las licencias cada dos años, mienten cuando no dan cuenta de que ningún país del mundo "serio" –como dicen ellos– permite una concentración de medios como la Argentina. Mienten, pero el Gobierno no sabe comunicar que mienten. Su política de información pasa más por marketineo fraseológico que por data concreta. Están sujetos al arbitrio de las peleas solitarias que libran algunos pocos entendidos, y otros pocos analistas sueltos, contra la maquinaria infernal de goteo permanente, incansable, taladrante, de grupos mediáticos y socios ideológicos. Quitarles el fútbol fue poco menos que terminal para su estructura de ingresos, y algunos aspectos azarosos hicieron que los nervios terminaran de estallar. Si la Selección Argentina de fútbol no se clasifica al Mundial, la pérdida de publicidad será un mazazo rematador en sus proyecciones de ingresos. ¿O alguien piensa seriamente que estamos hablando de libertad de prensa?


Es momento entonces de volver al principio. A la sencillez de lo complejo. Con esta ley se mide eso que la derecha llama "calidad de las instituciones", y que sirve para saber cuánto las instituciones responden a la derecha. La batalla con los campestres fue un gran primer round que ganaron éstos, al convencer a las capas medias –con la ayuda de los horrores procedimentales del Gobierno– de que debían hacer propio el discurso de las patotas agrarias. Y ahora hay ésta, la más grande, que verificará si es posible (comenzar a) avanzar contra los cíclopes mediáticos dueños del mensaje. Si no hay tenida eficaz con ellos, no la habrá contra ningún factor de poder. Lo que pase con esta ley constatará la auténtica valentía de nuestra democracia. Porque la suerte de este proyecto mide, quizá como nunca, lo que se puede y lo que no en este país.


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JOAQUIN CASTAÑO
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